Adelanto

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Agosto era el mes de cumpleaños pero también el mes donde perdí la mitad de mi vida para siempre. Odiaba con toda mi alma los 31 donde se cumplía un año más viviendo sin mamá, creo que nunca nadie supo bien el dolor que pasé desde que no escuché más esa divertida risa contagiosa llenar este vacío palacio. Harry estaba en el espejo ordenando su traje junto a una de sus asistentes mientras yo pensaba en las últimas palabras de mamá

-¿Puedes recordar lo que dijo en ese llamado? - pregunté directamente mientras veía como la expresión de mi hermano cambió, cerró los ojos con fuerza y empuñó su mano derecha para luego girarse y regalar una sonrisa, hizo un pequeño gesto y su asistente se retiró de la habitación - ¿Puedes recordarlo?

-Hey - me tomó la cara con ambas manos, vi como se le llenaban los ojos de lágrimas era un tema que no tocábamos hace un tiempo porque yo siempre he tenido muchos problemas - ¿Estas bien? - no iba a responder eso y él lo sabía - Bueno ella... - hizo una pausa y luego sonrió - Dijo que nos amaba y cuidaramos, los veo luego - cuando dijo eso se le cayó una lágrima -

-¿Por qué yo no puedo recordarlo? - pregunté muy triste y me abrazó, siempre he pensado que mi hermano es lo único que tengo en este mundo, junto a mis amigos los pocos que logran soportar esta vida de tan intensa que llevo, el abrazo de hermanos fué interrumpido por un golpe a la puerta junto a la voz de papá -

-No pongas tu mente en ese lugar, el doctor dice que no es bueno - suspiró con algo de dificultad - Toda la gente que está afuera del palacio está acá por ella y tenemos que agradecerles - se puso de pie y tomó mi mano - No estas solo en esto ¿Lo sabes?

-No quiero salir - dije de golpe, quizás estaba apunto de tener una crisis de pánico porque me temblaba todo el cuerpo, papá abrió la puerta y nos miró a ambos, no se atrevió a preguntar que estaba pasando, solo nos dió la orden de salir, nuestra abuela estaba esperando por nosotros para salir a saludar - Harry - dije bajo pero fué tan despacio que mi hermano no pudo escucharme -

Toda la gente del palacio nos saludaba por este "especial día" escuché a la abuela darle unas instrucciones a Harry de las que no me interesaban del todo, cuando las ventanas del balcón se abrieron la multitud se hizo saber, tenia la piel de gallina.

-Cambia esa cara - dijo papá mirándome con algo de desprecio, Harry salió acompañado de la abuela y yo lo hice atrás como siempre -

Era un MAR DE PERSONAS alzando banderas e imágenes de mamá, perdí mi mirada buscando donde terminaba esta multitud pero era imposible encontrarla, sonreí y alcé mi mano izquierda agradeciendo a todos por estar acá, bajé mis brazos y con mi mano derecha sostuve mi muñeca izquierda sentía que todo el cuerpo me temblaba. Por otro lado mi hermano mayor era un experto para estas cosas, manejaba a la perfección ser parte de la familia real tenía muchísimo que aprender de él pero no estaba interesado en lo absoluto. Escuché a uno de los servidores de mi abuela que ya era momento para entrar entonces levanté mi mano izquierda e hice mi mas preciado gesto "cabrita" levantando el meñique y el índice como lo haciamos con mamá, Cuando me giré tenia la mirada de todos encima, creo que papá quería matarme en ese momento, la abuela me miraba con una sonrisa, se acercó y me acarició la espalda sin decir nada, luego se retiró

-¿Vas a crecer algún día? - preguntó papá mirandome fijo -

-Permiso, su majestad - respondí con una sonrisa y comencé a caminar de regreso a mi habitación por el largo pasillo del palacio seguido por mi hermano -

A los 10 minutos mi imagen estaba en todos los portales, diarios, revistas, programas "El niño salvaje ataca de nuevo" "Peter hace presente a su madre en acto conmemorativo" "REBELDE: Peter una vez mas le quita la atención a la reina" "Fiel reflejo de Diana: Peter captó todas las miradas con divertido gesto de la princesa" "El mayor legado de la princesa del pueblo: Juan Pedro". Así llamaba todo el mundo a mamá la princesa del pueblo, miré la foto que guardaba en mi billetera de toda la vida, estaba haciendo el gesto que acababa de hacer y la guardé una vez mas. Este era yo, su fiel, divertido y rebelde reflejo para todo el mundo EL NIÑO SALVAJE Y TERRIBLE de la realeza, para mi hermano un compañero y mejor amigo, para mi padre un gran dolor de cabeza, para mi abuela un chico que sufrió demasiado, para mi un niño que tuvo que aprender a crecer sin su hermosa y divertida madre, un adolescente con grandes traumas, un hombre muy infeliz que buscaba un escape de toda esta vida de mierda que llevaba, una perdida alma con ganas de ser rescatada. Quizás si alguien me decía que el viaje a Las Vegas iba a cambiar mi vida para siempre, lo hubiese hecho mucho antes.

God save the QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora