Prologo

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Como en todos los grandes relatos de amor el día en que conoces a aquella persona tiene una historia épica y legendaria como la creación de la vida misma, después de leerla vas por la vida recreando aquella historia para ver si de pura casualidad, o causalidad, te encuentras al amor de tu vida y viven felices para siempre; Y mi historia no es la excepción.

La conocí cuando tenía quince años, salia del colegio cuando una radiante chica de cabello corto jalo de mi mano arrastrándome por City Lake Park.

—Tu me ayudaras y esta prohibido decir que no!— me llevo hasta uno de los árboles cercanos y me obligo a cargarla para que llegara a una de las ramas. —que esperas, sube ya!

Por ese entonces era un joven tranquilo y bastante callado,realmente resulta extraño ver como cambie tanto desde ese día, por suerte deje de ser ese chico callado que hace lo que le dicen con tal de no tener problemas y poder seguir con su deliciosa y simple rutina; comence a subir hasta llegar a la punta en donde ella me estaba esperando sentada sobre una rama.

—Toma, cuélgalos donde alcances.— estiro su mano y me tendió un montón de papelitos de colores con escritos en lo que parecía ser japones.

Me resigne a seguir sus ordenes y comenze a colgar aquellos curiosos papelillos en las ramas que alcanzaba, al terminar la vi mientras ella hacia lo mismo con unos cuantos que se había quedado se veía tan bonita y cómica a la vez haciendo muecas mientras se estiraba, tenia puestas unas gafas color negro y detrás de las mismas tenia unos ojos de un color café bellísimo, su cabello le llegaba a los hombros y estaba rizado y despeinado, tenia puesta una falda corta color azul con unas medias negras una camisa blanca mal abrochada con una corbata desecha alrededor del cuello y un chaleco del mismo color que la falda, sus pies estaban cubiertos con unas botas color azul, en el meñique derecho tenia atado un pequeño cordón rojo y en su muñeca estaba marcado con plumón negro un punto y coma. 

Conocía a aquella chica, era la chica que se había mudado hace medio año, la chica de la que corrían tantos rumores sobre el porque había cambiado tantas veces de escuela por todo Dallas y sobre su personalidad excéntrica y problemática, aquella chica era in-intencionalmente el amor de mi vida.

Al bajar del árbol ella solo me miro y sonrió, su sonrisa era preciosa.

—¡No olvides que sacudiré tu mundo, dale mis saludos a tu luna!— grito mientras corría alejándose cada vez mas de mi cruzando City Lake Park.

Si nuestra historia terminara ahí estaría realmente decepcionado del destino y dejaría de creer en el.

La chica de los avionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora