Parte 1

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Aún recuerdo esa detestable noche de enero, esa detestable lluvia que caía por mis mejillas. Aunque ... no recuerdo si era lluvia o mis lágrimas. Hay a quien engaño claro que eran mis lágrimas, en ese momento estaba devastado; devastado por la muerte de mis padres.

En fin, estaba tan decaído que no me di cuenta de lo lejos que estaba de casa, pero a darme cuenta apoyé mi cabeza para llorar sin que alguien me viera, aunque savia que nadie me veía.

No sé cuánto tiempo estuve allí, estaba como un zombi, hasta que sentí un punzón en mi espalda y una voz algo ronca susurrándome al oído, no recuerdo que me dijo creo que intenté entender lo que decía, pero... mi mente ya no daba para más, cuando me di cuenta estaba en un callejón, la lluvia ya no me mojaba era por un pequeño tejado que recubría aquel callejón.

Vi que me intentaban decir algo, pero por más que intentaba escuchar no lo lograba, de la nada sentí un gran dolor en el abdomen, era un penetrante dolor de una navaja que iba atravesando mis entrañas cuando retiro esa escurridiza navaja caí desplomado al suelo; mientras me golpeaban observe a la entrada del callejón, vi a mis padres ;mi madre, tan radiante y con esa hermosa sonrisa que reflejaba su amabilidad, y mi padre tan formal como siempre y con esa mirada tan penetrante que salía de sus ojos, que no reflejaban ninguna emoción, pero aun así lo quería pues él me hiso como soy ahora. Luego vi como como extendían sus manos como si quisieran decirme que no me rindiera, que luchara, así que me decidí a no morir allí, a sobrevivir, por ellos, por mis padres y me levante, aunque el dolor trataba de tenerme en el suelo, logre levantarme y entonces sentí algo que recorría mi cuerpo supuse que era adrenalina, me sentí más fuerte, me dispuse a escapar, pero cuando me di cuenta mi puño estaba en el rostro de mi agresor, lo vi caer al suelo inconsciente.

Y entonces sentí como una sonrisa se formaba en mi rostro luego observé que en las sombras había dos hombres más, esperando para golpearme, pero ellos no se esperaban que algo en mi haya cambiado, que algo se haya desatado, pues en lo único que pensaba era en romperles uno a uno sus huesos hasta matarlos.

Capítulo I

"El demonio ha nacido"

Y en ese momento ya estaba de pie, me levante, me sobrepuse y estaba dispuesto a matarlos, nada podría detenerme. Pero ... justo en ese momento una sombra se lanzó hacia ellos, era un animal, una bestia; no, era un hombre, un hombre que perdió lo poco que le quedaba de su humanidad.

En un abrir y cerrar vi como aquella sombra rompía uno a uno los huesos de aquellos hombres creí que también me mataría cuando los había reducido a nada, se acercó a mi vi sus ojos de color carmesí, acerco su mano como para agarrarme cerré los ojos y lanze un grito no sé cuánto duro, pero cuando abrí los ojos ya no estaba lo único que vi fueron extremidades desprendidas y un gran charco de sangre, estaba tan aterrado que salí corriendo sin pensarlo.

No sabía que hacer creí que lo mejor sería avisar a la policía, pero en ese momento sentí un dolor, era un dolor insoportable que, me hiso caer sin más al suelo recordé la cuchillada, pero quería alejarme de ese lugar lo más posible así que intente levantarme, pero no lo lograba, era muy doloroso, y entonces decidí arrastrarme fue un gran error pues la acera raspaba más la herida.

No se cuanta sangre perdí, pero fue la suficiente como para desmayarme y así fue, pues poco a poco iba perdiendo fuerzas hasta quedar inconsciente.

Cuando desperté estaba en un hospital, traté de alzar mis manos, pero algo me detenía eran un par de esposas que me tenían sujeto a la cama, no tenía ni la más mínima idea de porque estaba aquí, escuché abrir la puerta entraron dos policías me enseñaron sus placas y me dijeron:

PHE: there are no heroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora