Epílogo 2.

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Parecía un sueño, parece como si fue una mentira, al volver era justamente el mismo día en el que desparecimos, llamamos a una grúa y ella nos llevo a San Francisco donde pase un muy feliz cumpleaños junto a mis amigos familiares y una sorpresa, bueno dos sorpresas especiales que me hacían entender que no fue una falacia o un sueño.

Al volver, unos días después me entere de que Theo nos siguió y que se subió con nosotros en el maletero, llegando así a nuestra realidad, alucinaba con todo y me recordaba tanto a Jeick que a veces me daban ganas de volver.

Intentamos hacer que vuelva, pero nuca más encontramos el sitio del bosque donde nos perdimos, lloro por días porque extrañaba a sus papás, pero no podíamos hacer más.

Parece que fue ayer, parece como si ayer fue cuando le dije que me iría, cuando mi corazón se destruyó al dejarlo atrás.

Mi papá murió unos meses después de que me diera cuenta de la razón por la cual cuento todo lo vivido, la razón de mi existir, mi pequeño Alex.

Días antes de mi cumpleaños mi pansa comenzó a crecer y mi regla nunca llego, nunca supe de quien era mi bebe hasta que nació, un barón de ojos azules y cabello rubio como el de su padre. Un hijo de James y yo.

Theo se entero de que era su hermano, el pelirrojo estuvo resentido conmigo y su padre, pero luego entendió que mi bebe era su hermano y que él no tenía la culpa de nada lo que ocurrió.

Sonrió al ver a Theo cargar a Alex y llevárselo a la playa, les encanta, a ambos.

Comienzan a jugar y las lagrimas vienen a mis ojos, ¿Qué haría yo sin ellos? Nada, mi vida no tendría sentido y no tuviera una prueba de mi viaje a otra realidad. 

Another realityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora