Capitulo 3: hablemos del buen sexo.

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– ¿No eres virgen? –pregunto Amber horrorizada, su cara era graciosa.

– No, no lo soy, ¿Por qué debería de serlo? El sexo es algo muy bueno, que, en efecto es un gusto del cual creo que nadie debe privarse, sin importar su género o su gusto. –la cara de Amber era un poema, estoy segura que pronto sus ojos saldrán de su lugar y su cabeza estallara.

– ¿Qué tipo de mujer eres tú? Es... es que, ni siquiera sirves para señorita.

– Ay, Amber, si supieras... –suspire. –mi madre lucho incansablemente conmigo para ayudarme a servir para algo, pero... lo único en lo que conseguí ser buena es en dar orgasmos, muy buenos orgasmos. –dije giñando mi ojo derecho.

– Es usted una puta barata. –espetó la joven.

– Oye, no me hables de usted, que muy fácil y tendríamos la misma edad. ¿Cuántos años tienes? ¿18, 19, 20?

– Veintiuno. –respondió ella con el mentón alzado.

– Vez, tienes casi mi misma edad, y... ¡oh! Sorpresa, tienes un hijo de ocho.

– Siete. –me corrigió.

– Eso, siete, pero es igual, ¿a qué edad lo tuviste, cariño? Casi por los quince, sino me equivoco y es realmente tu hijo y no tu hermano. Yo por lo menos se usar la píldora y el condón, como mínimo. A mí no me vengas con clases de moral, que tal vez puta si soy, pero soy inteligente, que es algo que a muchas mujeres les falta, y me disculpas, porque sé que estoy en tu casa. –por el seño fruncido de todos supe que la había cagado, pero no me importa.

No me importa porque me molesta la hipocresía. Odio a las personas de doble moral, y no hay cosa peor para mí que una persona que no haya manejado bien su vida, venga a joderle la suya.

–Para tu información, mi hijo nació en santo matrimonio, me case antes de tenerlo, y no me arrepiento de ello. En mi vida ha habido y habrá un solo hombre, y ese es James.

–pues déjame decirte que eso, a mi no me interesa tu vida aburrida de mierda tampoco, tal vez y seas una pobre e inútil frígida.

Las bocas de Amber y James quedaron abiertas de forma escandalizad, mientras que Jeihcob y Joshua estallaron en una carcajada.

–me gustaría, cariño, que luego usted y yo habláramos serio acerca de ese buen sexo.

– ¿me está haciendo una indecorosa propuesta abierta, señor? –pregunte con inocencia.

–puedes estar segura de ello.

***

Luego de aquella calurosa conversación todos nos dirigimos a diferentes lugares, como ejemplo, Jeihcob, a su casa, pues no sabía que tenía una, Jou a su "habitación" y yo me encontraba con Theo, en la mía, nos encortábamos hablando de magia, yo le enseñaba unos cuentos hechizos, y hacia dé cuenta que una pequeña ramita -que era para sostener la ventana de madera- era la barita mágica, yo hacia el papel de Hermaiony.

El niño, a diferencia de sus rígidos padres era muy divertido y le interesaban temas variados como la magia, la política, mi mundo –como había decidido llamarlo- y mis "aventuras".

Luego de un momento de charla y risas dieron las ocho de la noche y todos fueron a dormir, apagaron las velas y las lámparas dejándome en las penumbras de la oscuridad.

– Coño ¿Por qué siempre tienen que dañar un buen momento? . –el pequeño Theo rio.

–Creo que es hora de irme, si mamá va a mi cuarto y no me encuentra ¡La que se me arma! –me dio un beso en la mejilla. –Hasta luego Marie.

–Chao Theo, pasa bonita noche. –el volvió a reír y sus mejillas regordetas se sonrojaron de manera adorable.

Movió sus manitas en forma de saludo y salió en puntillas.

Me reí, este niño era genial. Comencé a pensar en los sucesos, esto es realmente raro, siempre pensé que este tipo de cosas no podían pasar, nunca estudie de ciencias, pero por lógica es imposible.

Tal vez y me haya golpeado la cabeza con algo, ¡tal vez y hasta haya muerto!, o... tal vez solo sea un sueño, si debe ser eso, tal vez solo estoy durmiendo y tardare poco en despertar.

Y con ese pensamiento me perdí en los brazos de Morfeo.

***

– ¿Marie? . –la voz de Jou me despertó. –no puedo dormir solo, me siento extraño aquí.

–Jou, eres el mayor, déjate de tonterías, lárgate para que yo pueda dormir.

–Venga, Marie, déjame dormir contigo.

–coño, que no, y lárgate de aquí. –Jou refunfuño y me empujo a un lado de la cama, mientras se acostaba a mi lado. –Jou por favor vete de mi cuarto. –dije entre dientes.

–no. –respondió él como un niño pequeño.

–Lárgate de aquí. –dije ya enojada.

–ya te dije que no lo hare.

–Joshua Ariel Stone, lárgate de mi maldito cuarto para no asesinarte. –mi respiración comenzó a agitarse cuando lo escuche reír.

–oye, sí que eres amargada hermanita, ¿acaso no sonríes?

–sí, sí, lo que quieras, solo lárgate.

–te dije que no lo hare, me quedare contigo, como un buen hermano y cuidare de tu sueño.

–voy a comenzar a gritar. –le dije como amenaza.

–no, no lo harás. –comenzó a negar.

Yo en cambio asentí con el ceño fruncido, el negó, yo asentí, él negó y yo asentí.

–salte, lárgate, vete, afuera, ya y ahora. –dije como ultima oportunidad.

–que nooo.

– ¿ah, no? Te estás negando, bien. –mire a mi alrededor, vi una vara de metal, no podría hacerle mucho daño, ¿o sí?

Igual no importa, levante mi trasero de la cama y corrí a la vara, volví a él corriendo y gritando:

– ¡Morirás! –comencé a golpearlo con la vara de manera agresiva mientras mascullaba: muere, muere, muere, muere, mientras el gritaba.

– ¡Clemencia! ¡Para! ¡Basta!

Sentí una pierna estrellarse en mi abdomen y sin querer, juro por Yisus que no fue a propósito estrelle la vara en su cara.

–pero... ¿Qué te pasa? –cuestiono enojado sosteniendo su nariz y sobando su frente.

–lo siento, lo siento. Lo siento, de verdad que lo siento, yo... yo no quería. ¿Me perdonas hermanito bonito? –al decir esto comienzo a repartir besos en toda su cara y cosquillas en su abdomen –así lo solucionábamos todos cuando estábamos pequeños. –el comenzó a convulsionar de risa y a lanzar manotazos al aire.

No sé en qué momento me convertí en aire, pero lo único que sé es que luego de sentir un gran dolor en mi pansa, Salí volando por los aires, chocando con una pared de la estrecha habitación y golpeándome fuerte con no-se-que.

Y todo se volvió negro. Irónico ¿no?

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Another realityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora