Hablemos…
Al borde de su paciencia, Tomoyo respiró profundo y acomodándose el cabello fuera del rostro le pidió que se apurara porque iba de salida.
"Como que te vas, adonde?"
"Pues a mi apartamento, claro!"
"Pero la fiesta es hasta el domingo, hablaste con Fujitaka?"
"Si!"
"Te molestó que Shaoran anunciara el embarazo de Sakura?"
"Otra vez con problemas circulatorios? Dime ya a que viniste, no quiero que se haga muy tarde…es mas, te ahorraré saliva, el lunes a primera hora le diré al abogado que tramite el divorcio"
"Te quieres divorciar de mi?"
"Sí, no quieres tener hijos y yo me cansé de esperarte…yo te amo pero quiero tener una familia, que tiene de malo un bebé?…-A Tomoyo se le quebró la voz y ofuscada se limpio las lágrimas…
- No entiendo porque no quieres, pero sabes que? Ya no tengo fuerzas para seguir. Touya me iré de Tokio porque no puedo soportar estar en la misma ciudad que tu y no estar juntos"Tomoyo apretó los labios para no sucumbir a la desesperación, haciéndole un nudo en la garganta a Touya, que no encontraba la forma de decirle que estaba equivocada. Inmersa en sus conjeturas, no se dio cuenta que su esposo la miraba con una gran sonrisa.
"Estas hablando incoherencias y si te vas de Tokio te acusaré de abandono de hogar!"
"Que dijiste?!"
"Que estas hablando puras sandeces"
"No, la última parte!"
"Ahh eso, si se te ocurre dejarme te meteré a la cárcel por abandono!"Tomoyo entrecerró los ojos, preguntándole exactamente cuanto había tomado, soltando una risa y haciendo una mueca arrogante, le dijo que nada, solo la copa de champagne que habían saboreado juntos. Con los ojos como dos calderos, apretó los dientes y parándose frente a él le soltó una cachetada, inmediatamente se puso a caminar de un lado a otro del cuarto balbuceando, y en un arranque tomó el maletín lista para irse. Frotándose la mejilla con una sonrisa, se puso de pie y la detuvo sujetándola por los hombros, asegurándose de bloquearle el paso a la puerta.
"Deja de caminar como loca, vamos arreglar esto de una vez por todas!"
"Arreglar, de que rayos hablas? No estoy para bromas pesadas, me las vas a pagar"
"No me amenaces, ya no quiero estar separado!"
"Eso no resuelve nada y tu lo sabes, hazte a un lado infeliz!"
Touya soltó una risa burlándose de ella, le arrebató el maletín de las manos y lo lanzó al piso. Furiosa, trató de rodearlo para llegar hasta la puerta pero la sujetó con firmeza pidiéndole que se calmara.
"Será mejor que se calme señora Kinomoto, porque no saldremos de esta habitación en toda la noche!"Sintiendo un escalofrío por todo el cuerpo, una mezcla de felicidad y rabia, Tomoyo le exigió que no la llamara así porque eso ya no significaba nada. Con una sonrisa arrogante, Touya la sujetó por la cintura y pegándosela al pecho le dio un beso con los labios entreabiertos. Al calor del beso Tomoyo dejó de forcejear y rompió en llanto. Limpiando sus lágrimas, Touya le sonrió y volvió a besarla.
"Ya no llores!"
"Que rayos tramas?"
"Estar contigo, recuperar el tiempo que por mi culpa hemos perdido!"Tomoyo lo miró con una expresión de incredulidad que rayaba en lo infantil, acomodándole el cabello detrás de las orejas, Touya le delineó los labios y le dijo que hablaba en serio, cuando le preguntó porque el cambio de opinión, fue sincero y le contó lo que había escuchado en el funeral.
"Por eso tenías esa mirada tan rara y porque tardaste tanto? Ese funeral fue hace días!"
"No te alteres, sabes que no soy impulsivo, necesitaba tiempo!"
"Eres un desgraciado, porque debo creerte?!"
"Porque si, yo te amo!"
"Pero…"Antes de que pudiera decir algo más, Touya la besó aflojando las manos para acariciar sus caderas, Tomoyo abrió los labios permitiendo que sus lenguas juguetearan en un candente beso. Sentía su piel vibrar al contacto con su marido, pidiendo a gritos hacer el amor. Animado por los gemidos de su mujer, Touya tiró del vestido para quitárselo. Ella se dejó llevar y movió sus manos para desvestirlo; todo era tan nuevo y a la vez tan familiar que la mezcla era electrizante para ambos.
Con una sonrisa maliciosa, que a Tomoyo le dio escalofríos, le quitó la ropa con desesperación y cuando estuvo completamente desnuda, deslizó sus manos sobre todo su cuerpo como saboreándola. Luego, sujetándola con firmeza por las caderas, la hizo girar para que se apoyara en la mesa frente a la butaca y así verla de espaldas. Siguiéndole el juego, Tomoyo separó las piernas, tentándolo a que la hiciera suya en aquel lugar y apoyándose en la mesa, movió sus caderas suavemente, mientras le lanzaba una mirada seductora.
Motivado por el deseo, se inclinó sobre ella y mientras saboreaba la piel de su espalda, Touya deslizó sus dedos dentro de ella, arrebatándole un sensual jadeo Deseoso de llenar su boca con el sabor de Tomoyo, se separó para ponerse de rodillas y así deleitarse con la esencia escondida entre sus muslos. Como si nada más importara, Touya se tomó su tiempo, muentras su lengua entraba en la intimidad de su esposa mientras la llevaba al orgasmo y poder experimentar aquel sabor excitante que lo tenia excitado y sus gemudis hacian que su erección doliera por querer estar dentro de su mujer.
En un jadeo, Tomoyo le preguntó si le gustaba lo que probaba, con los ojos brillantes, Touya le dijo que sí y volvió deslizar sus dedos dentro de ella. Todo el cuerpo femenino se retorció de excitación y Tomoyo gimió con una voz ronca que se le metió a Touya bajo la piel. Moviendo su cuerpo para aumentar el placer, le dijo que era delicioso pero que quería más de él.
Con una sonrisa de satisfacción, Touya se apartó de ella le dio un besito en cada muslo y luego siguió saboreándola perdido en aquella sensación tan primitiva de sexo y pasión. A medida que el calor de su cuerpo se intensificaba, Tomoyo quiso cambiar de posición pero Touya le suplicó quedarse así, porque era como un sueño hecho realidad.
Dejándose llevar, empezó a gemir sin medirse, no le importaba si alguien los escuchaba, solo quería seguir sintiendo los labios de Touya entre sus piernas, provocándole intensas olas de placer. Por un momento quiso hacerla llegar al clímax de nuevo de esa manera, pero su propio cuerpo le pedía unirse con ella y finalmente se puso de pie y llevó su virilidad hasta ella, moviéndose de forma que la rozara sin penetrarla.
Desesperada por aquel cruel pero satisfactorio juego, Tomoyo le pidió que no la torturara más. Sonriente y al borde de su propia resistencia, le dijo con voz ronca que lo haría en un segundo, pero que primero tenía que separar más las piernas para besarla una última vez. Tomoyo hizo exactamente lo que le pidió y lanzó un grito al contacto húmedo de la lengua masculina que se movía sobre ella suavemente a manera de deliciosa tortura. Luego, como movido por un instinto animal, entró en ella con fuerza, haciéndola gemir y gritar de placer, pidiéndole que lo hiciera más rápido.
Con los ojos cerrados, Touya obedeció el pedido de su esposa y se desvivió por entrar y salir de ella enérgicamente. Pasaron los minutos y pronto Tomoyo sintió que la energía la abandonaba relajando todos sus músculos. Perdida en el clímax, lo miró con una sonrisa, sintiendo como se ponía rígido, liberando su masculina esencia en su interior. Apoyándose sobre ella, Touya le susurró que quería quedarse 'dentro'.
"mmm…me gusta tenerte entre mis piernas!"
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EL DESEO DE TOMOYO. TOMOYO Y TOUYA
FanfictionTomoyo queria tener un bebé, despues de tener años casada con Touya, queria que era lo mejor que podia ocurrile a su matrimonio. Pero Touya, se negaba y eso estaba llevando a su matrimonio al fracaso...