Trigésima tercera carta.

6 1 0
                                    


Querida María

Ayer decidí salir y conocer a alguien nuevo.

Tal vez para olvidarme un poco de todas esas cosas que haces.

Bebí y baile con algunos desconocidos.

Creí alucinar cuando te vi ahí.

Casi no podías caminar, y peor aún bailar, pero de igual forma lo hacías.

Estabas en los brazos de un completo desconocido.

Y tus labios dejaban que él los saboreara.

Pero eso no me asusto tanto, ni me asqueo de igual manera,

cuando vi como Frank se puso atrás tuyo y empezó a besarte,

y entonces aquellos dos, te toqueteaban.

Y salí corriendo de aquel lugar.

Corrí, me aleje.

Posdata: Me arrepiento mucho. 

Posdatas para María.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora