Prologo: Cómo empezó.

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La idea le parecía absurda, pero Kim Ryeowook necesitaba el empleo.

Alguien posteo en línea "Necesito a alguien que cuide de mi gato" y no solo el chico amaba los gatos, amaba el dinero, más ahora que lo necesitaba con urgencias. Apenas tenía veintitres años y ya estaba atascado en deudas de las cuales sus padres no le ayudarían a salir para darle una lección de vida que creía innecesaria.

Estaba a unas cuantas cuadras de la residencia marcada en el mapa que la persona necesitada le había enviado.

Había un ochenta por ciento de probabilidad de que lo secuestraran, diez por ciento de que fuera una broma y otro diez por ciento de que si le pagaran. Pero la vida es un riesgo, se dijo a si mismo.

Al encontrarse frente a la residencia se dío cuenta que era un lugar muy bonito. Dio unos cuantos pasos y tocó la puerta de madera con delicadeza.

Antes de tocar el timbre que notó tiempo después, la puerta ya se estaba abriendo, dispuesto a saludar, el chico arreglo su cabello, pero su sorpresa fue al no encontrar a nadie del otro lado. Tomó esto como una invitación y se dispuso a entrar.

Dios unos cuantos pasos adentro cuando vio una nota pegada en el espejo que estaba junto a la puerta.

"La leche esta en el refrigerador y su comida también. Volveré a las seis, tuve que salir temprano a trabajar. Recuerda jugar con él y no caigas en sus bromas. Es un gato muy travieso."

¿"Bromas"? ¿Los gatos hacen bromas? Fue lo que penso el chico dejando la nota de nuevo en su lugar. Pensó por un momento en salir de ese lugar y regresar mas tarde diciendo que si había estado pero que tuvo que salir un momento, pero por otro lado la moral se lo impedía.

Camino dentro de la casa, tratando de no usmear demasiado. Fotos de un gato con pelaje café tigreado adornaban todas las paredes, asi como estatuas de gatos y adornitos de esta indole. Había mucha gente extraña en el mundo.

Ahora a lo que venía, el gato.

Estuvo llamandolo por su nombre, pero los gatos son así. Si te creen digno de su presencia aparecen... eso o hasta que se les da la gana.

Luego de un par de minutos desistío y se sento en un sofa que diviso en la sala de estar. Cerro los ojos pensando en el dinero que debía gastar y en lo poco que le quedaría para él. Creyó estarse durmiendo cuando una voz dijo "Juega conmigo". El castaño abrío sus ojos de inmediato buscando al dueño de esas palabras dichas por un hombre. Su duda incremento cuando vió al gato de los retratos sentado junto a él viendolo fijamente y por alguna razón, esa mirada lo atemorizaba.

-¿Tu dijiste... algo? -preguntó al gato dandose cuenta de lo estupido que había sonado.- Disculpa, debo estar volviendome loco... -susurro acercandosé al felino para poder acariciar su pelaje. Este se hizo para atrás y salió corriendo.

Perfecto, el gato quería jugar a las escondidas.

Restregó un poco su cabello y se dejó caer de nuevo al sillón, el gato podía esperar.

Idea equivocada.

"No te pagaré ni un solo centavo, holgazan."

Las palabras retumbaron en sus oidos haciendo que se levantara lo mas rapido que pudo, creyendo que el dueño de la casa había regresado, pero el miedo lo empezo a invadir cuando lo unico que vio fue de nuevo al gato sentado junto a él viendolo con sus orejas hacía atras. El humano intentó acariciarlo de nuevo pero el gato volvío a correr indicandole sus ganas de jugar y al fin Ryeowook acepto el capricho del felino y jugo con este a las atrapadas toda la tarde, no hasta que buscandolo, simplemente el gato desaparecio de la casa o se había escondido muy bien.

Whatsapp Con El Gato || KyuWookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora