❝Me Amarás Algún Día❞ [ Don Odión x Comandante Peepers ] « One-Shot »

⌈ One-Shot ⌋

  Otro día más en aquella gran nave. Otro día planeando cómo invadir planetas, conquistar galaxias, entre otras cosas. Yo ayudaba a mi superior con sus planes, aparentando solo una relación algo amistosa. Pues si lo era, un poco. Cuando conquistabamos algún planeta nos poníamos a celebrar como locos con nuestro ejército, obligando a los habitantes de ese lugar a tratarnos como reyes.

  Pero no todo es perfecto. A veces fracasamos. Y con a veces quiero decir siempre o casi siempre. Ademas de que interfiere ese chico Wander y que mi superior está enamorado de Señor Dominador, la mejor villana de la galaxia. Y además de todo eso, yo estoy enamorado de él, de Don Odión. Está un poco loco, lo sé, pero creo que eso es lo que me atrae.

 
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Estuvimos a punto de ganar la batalla para conquistar el planeta Musicalus, pero apareció Wander y su amiga Silvia e intervinieron en nuestros planes haciendonos fallar, otra vez.
  Lo que pasó fue que Don Odión se comenzó a enfadar por la buena actitud de este, y así mismo, se fue todo nuestro plan. Incluyendo que su amiga es muy buena peleando.
  Todo eso me hace estar frustrado y desanimado. Primero, porque ni siquiera podemos ganar una vez. Y segundo, ¿Por qué la presencia de ese chico lo afecta tanto? No lo entiendo realmente, y eso, a su vez, me lastima por dentro.

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Después del fracaso de ese día, mi superior decidió que nuestro próximo objetivo iba ser atraparlo. Y ahí fue cuando me harté. Ya no puedo más. Intenté mostrarle que no serviría de nada capturarlo, que se olvide de ese tipo, pero solo me ignoró.
  Sin embargo no voy a ser humillado, no otra vez. Entonces mis piernas se levantan por si solas. Porque mi cuerpo dejó de responder a mi mente. Ahora responde a mi corazón. Mi corazón que siempre enterró ese amor que le tengo con toda mi alma y que no se ocultará más.
  Entró a su oficina sin siquiera golpear la puerta y empiezo a hablar:
  - Usted... Es un idiota ¿No se da cuenta de que perseguir a Wander es solo una perdida de tiempo...?- me interrumpe.
  - ¡Es más que necesario! ¡Es...- pero no voy a dejar que me interrumpa. Ya comenzé a hablar y no me van a detener.
  - ¡No tiene nada de necesario! ¡Solo es un capricho suyo, un capricho del que ya me cansé! ¡Usted no tiene remedio, y lo peor de todo es que yo aún lo sigo amando!- y me voy de la habitación dando un portazo.

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  Me encuentro llorando en mi pequeña habitación, dejando a toda tristeza que fluya. Después de todo ¿De qué sirve enterrar los sentimientos sinceros? Desde ahora mi cuerpo no sigue a mi cerebro, sigue a mi corazón, y lo hará para siempre. Estoy tan inmerso en mis pesamientos que no oigo cuando tocan la puerta, recién a la tercera vez me doy cuenta. Me seco las lagrimas y finjo que no estuve llorando. Abro la puerta y me encuentro con él, Don Odión. Me paralizo 5 segundos antes de cerrar la puerta de nuevo pero mi superior la detiene y comienza a hablar:
  -Sé que he sido un tonto, y tienes derecho a enojarte. Solo vine a disculparme. Pero también he estafo pensando sobre lo que dijiste, que me amas, y quería decirte que siento lo mismo por tí.
  Entoces lo abrazo y las lagrimas caen. Pero no lagrimas de tristeza, sino de felicidad: la felicidad de que mi amor corresponda. En ese momento es cuando nos besamos y dejamos que todo el amor que había sido oculto, salga a la luz.