Amores contrariados

Te has robado la luz y un corazón

La brisa fresca de la tarde me trajo tu aroma dulce, me volví loco
buscándote por todos lados.

Te encontré, el sol iluminaba tu pelo mientras el viento jugaba con
él. Parecías tan divertida con tu ropa de verano, aunque la
primavera apenas comienza.

Al verme tu sonrisa fue el sol y me olvide del calor. Corrí a
abrazarte y ¿por qué no? también besarte.

Estuvimos así, la eternidad que nos permitió el tiempo al
detenerse. Deje que tu cabello cubriera mi rostro junto al tuyo.

Tu suave aroma nos transporta, tan lejos de este mundo, que ni
siquiera notamos cuando la calle empezó a rebosar de gente.

Por todos lados recibíamos empujones, tu reías y yo te amaba,
corrimos a una orilla y seguimos con nuestro amor donde la luz del sol brilla.

De la mano te lleve al café, de historias tan nuestras ya, donde solemos charlar.

Hablamos de tantas cosas que no puedo recordar, tantas tonterías
te dije. Al menos una sonrisa lograron sacar.

Creo, el sol se puso triste pues se oculto más pronto de lo normal.
Al parecer haz robado su luz, incluso al atardecer has logrado opacar.

Las horas pasaron como segundos. Cruel es el tiempo conmigo
que no me deja estar contigo.

Ahora el calor decidió ceder a los vientos nocturnos tan frescos de
la primavera, que siempre nos permiten amarnos de una mejor manera.

Caminamos así rumbo a tu casa junto a la luna, tal vez,
preguntándose qué es lo que pasa.

Tímida ella se escondía tras la nube en turno. Se ha vuelto tímida
al verte, incluso yo por tenerte.

Hermoso día ha sido, no solo a la luna has complacido. Tus suaves
labios con los míos se han besado, no cabe duda un corazón has robado.