Dulce amargura

10 0 0
                                    

Me levanto casi con la taza de café en las manos,
dejando que su dulce amargura me despierte y
despeje toda mi somnolencia de la mañana,
me asomo a la ventana y dejo que los primeros rayos lastimen mi ojos
o que lo haga lo brillante de un cielo gris en ocasiones.

La rutina es simple pero placentera.
Y luego te veo adormecida en la cama,
con ese deseo inmenso de quedarte así todo el día.
Si me siento a acariciar tu pelo y tu cara y tus labios,
te despiertas con tu pelo enmarañado,
me vez con ojos de sorpresa pero brillantes,
anhelantes al saberme ahí y suspiras, suspiro, supiramos.

Lentamente me agacho adarte ese beso de buenos días
que me mantendrá con una sonrisa,
que solo tu provocas con ese tacto de tu boca.
Horas enteras extrañando tus ojos , tu boca, tu piel,
cuando en el trabajo debo estar.
Y me abrazas y me dices con esa bella melodía, Buenos días.
En ese momento me levanto para traerte como siempre el desayuno.

Pero tal vez solo sea un sueño y no estes en mi cama,
las sabanas no fueron revueltas durante la noche con tanta pasión,
tal vez aún esté en mi ventana viendo el amanecer o la lluvia caer.

Amores contrariadosWhere stories live. Discover now