Estoy tendida en el suelo, su pie impacta por tercera vez en mi estomago para después patear mi espalda, me arquee ante el dolor, saboreo la sangre en mi boca, la escupo pero el sabor metalico aun puede percibirse.
Desvié mi mirada hacia la izquierda, mi arma esta a escasos centimetros de mi, intente arrastrar mi cuerpo hasta a ella, estiro mi brazo lo más que puedo pero con su zapato de vestir pisa mi mano, una maldición se escapa de mi boca.
— No te culpo por pensar que me conocias realmente Norah. — expresa Bastián con una postura neutral, retira su zapato de mi mano y con la punta de su pie desliza mi pistola hasta a mi, invitandome a usarla.
De inmediato tomé mi arma y me levanto lo mas rapido que estas heridas en mi cuerpo me lo permiten, le quito el seguro y la coloco justo frente a su asquerosa cara.
— Dispara Norah, dame un razón para matarte. — dice Bastián, apuntandome con su rifle, un arma de fuego capaz de volarme el cerebro en dos segundos.
— Es facil decirlo, te sientes fuerte detrás de un arma que dispara quince balas al azar. — le respondo entre dientes, puedo sentir como la irá se acumula en mi rostro.
— Pero sólo necesitas una para matar al francotirador, no haz aprendiendo nada Norah. — comenta sin inmutarse, acortando distancia, definitivamente el apodo a sangre fría le sienta de maravilla al infeliz.
— Eres un maldito bastardo Bastián! — exclamo enfurecida, el cañon de mi arma toca su frente, el me sonrié deja caer su rifle y alza sus manos hacia arriba de forma burlista.
— Hazlo Norah. — me anima con el cinismo explotando en sus ojos azules.
— No sabes las ganas que tengo de volarte la cabeza. — le confieso, muerdo mi labio inferior tratando de contener la adrenalina del momento.
— Nada te lo impide. — espeta sin más, como si su vida le vale madres.
Me quede callada solo observandolo directo a sus ojos, de su boca sale una risotada, en un solo movimiento me despoja de mi arma, toma mi brazo derecho lanzando mi cuerpo al duro suelo de concreto una vez más.
Como todo un psicopata, se pone de cuclillas a mi altura, acaricia mi mejilla con sus largos dedos y con el cañon de su arma retira el cabello de mi rostro.
— Porqué no me matas tu a mi Bastián!?— pregunto frustrada y agotada
— Porqué a diferencia de ti, yo soy capaz de controlar y definir mis sentimientos. — contesta sin rodeos.
— Tu no tienes idiota. — escupo.
— Tu tampoco los tendras hermosa. — musita antes de ponerse de pie, acomoda su traje vestir azul platinado y arregla algunos mechones fuera de lugar de su cabello.
Lo observo alejarse con sus manos metidas los bolsillos delanteros de su pantalón como si nada hubiera sucedido, dejandome desecha y herida sin mostrar remordimiento.
No dejare que tenga la úlitma palabra, no esta vez.
— Eres vulnerable. Aún eres capaz dee sentir. — concluyó sin tartamudear.
Él para en seco un par de segundos procesando mis palabras, para luego continuar su camino a la salida.
ESTÁS LEYENDO
CRIMINAL
Fiksi UmumBastián Edwards conocido por su fama de invensible. Conoce a Norah Evans joven que vive dia a dia con las sobras de otros, cometera lo que sería una maldición o bendición al cruzarse accidentalmente en la vida de Bastián, depende de el punto de vist...