En esta historia, Jimin, un chico popular en toda su escuela, algo indiferente respecto a su entorno, sin amor en su corazón, solo frialdad y hostilidad, es quien un día caminando por el jardín de la escuela, se encuentra con una dulce voz, la de Ju...
**Narra JungKook** Luego de haberme ido de la casa de Jimin, comencé a pensar mientras caminaba hasta la mía en lo que él me había dicho, ¿qué había querido decir con eso? Realmente no podía entenderlo y quería hacerlo, pero al otro día de repente Jimin se sentó junto a mí en todas las clases posibles, no paraba de mirarme o de preguntarme cosas de cada clase que teníamos, aparte de que 'sin querer' nuestras manos se rozaban cada vez que él intentaba tomar mi cuaderno, o uno de mis lápices, y todo eso me distraía en clases, lo que me hizo pensar que ayudarlo sería mi ruina.
-JungKook~- era la ante última clase cuando Jimin me sacó de mis pensamientos acercándose a mi rostro con una pequeña sonrisa, lo cual me hizo sonrojar un poco, y entonces alejé su rostro suavemente.
-¿Q-qué pasa, Jimin hyung?- miré fijamente a mis manos con las que jugaba a causa de mis nervios, no sabía por qué pero este chico me ponía nervioso.
-Oh dios...- lo miré al escuchar cómo susurraba esas palabras y él tenía cubierta su boca y sus mejillas parecían tener un color algo rosado, entonces me miró y tomó mi nuca, acercándome a él y rozando nuestras narices -¿Sabías que eres extremadamente tierno?- rozó aún más nuestras narices, lo cual me puso tan rojo como un tomate y pude sentir su aliento cerca de mi boca, erizando así mi piel.
-¡¿Q-qué crees que haces?! No te acerques tanto! Y si alguien nos ve?...- entonces me miró fijamente y luego se alejó riéndose a carcajadas, lo cual me enfureció -¿De qué te ríes?...- lo miré haciendo un puchero.
-Cariño, hace unos cinco minutos que comenzó el último receso- paró de reír, puso una seria cara y acercando su silla a mí apoyó uno de sus brazos en el respaldar de mi silla -Claramente cualquiera oiría el timbre... ¿en quién pensabas que no lo escuchaste? Ni siquiera me oíste a mí...- hizo un puchero y miró al suelo, lo cual me hizo mirarlo confundido. Según lo que había oído en el instituto, él era algo rebelde y no le importaba nada, pero cómo creer eso cuando estaba actuando como un niño frente a mí?.
-A-ahm... yo sólo pensaba... en las clases, claro, ¿en qué otra cosa pensaría?- entonces reí nervioso, mentir no era mi fuerte, pero al menos lo había intentado.
-Mientes- levantó su vista aún haciendo puchero, entonces suspiré -¿Ves? Eso lo confirma- de repente me tomó del brazo y acercó mi cuerpo al suyo, lo cual me avergonzó e hizo cerrar mis ojos fuertemente -¿En quién pensabas? Dímelo- acercó su rostro al mío lo suficiente para dejar que sintiera su respiración en mis labios, así que giré mi rostro a un lado para al menos sentirlo en mi mejilla, si no tenía opción.
-Y-ya! Solo pensaba en ti, joder...- dije suspirando y me solté de su agarre para luego cruzarme de brazos cansado de él, hasta que me di cuenta de lo que dije y lo miré.
-Ajaja... En mí, ¿eh?- pareció sonreír maliciosamente y eso me hizo retroceder, así que por impulso dije aquello de lo que en teoría me arrepentí.
-Es tu culpa por pedirme que te ayude de repente, ni siquiera somos amigos, no conoces nada de mí, y además...- él me miró sorprendido, y yo me sorprendí de mí mismo, por las siguientes dos cosas, la primera era que Jimin no necesitaba saber sobre mí ya que solo le "ayudaría" en clases y demás, y en segundo, había hablado más de lo normal, y eso nunca era bueno para mí... Entonces él se levantó de su asiento y salió corriendo del aula, así que suspiré creyendo que se había molestado o algo y por fin estaría en paz. En menos de diez minutos él había vuelto con alguna variedad de dulces que pude ver cuando se sentó a mi lado, así que lo miré confundido -D-dulces?...-.
-Dulces- dijo sonriendo un poco.
-...es normal que no entienda?-.
-Tal vez... ¿acaso quieres saber?-.
-Hombre, la verdad no-.
-Entiendo, te explicaré- dijo a pesar de que dije que no, lo que me hizo pensar dos posibilidades, o era pendejo, o era pendejo -Dijiste que no sabía nada de ti, así que desde ahora haremos todo juntos, comeremos, estudiaremos, y demás, y para empezar con el pie derecho traje dulces, porque como eres tan tierno que causas diabetes, supuse que te gustaban los dulces- me guiñó un ojo mientras yo estaba entre sorprendido y avergonzado, porque desde que había llegado a este instituto nadie había intentado conocerme, y este chico de repente... no pude hacer otra cosa que sonreír tapándome la boca con mi mano y mirándolo entrecerrando mis ojos.
-T-tal vez me gusten los dulces...- dije tomando uno aún avergonzado y lo miré, Jimin estaba sonriendo y con un brillo en sus ojos, lo que me hizo negar con la cabeza. Tal vez tenerlo tan cerca no era tan malo como creí.
🌸 ~ 🌸 ~ 🌸 ~ 🌸 ~ 🌸 Holas...TuT sé que desaparecí, y lo lamento, pero realmente mis ánimos estaban por los suelos, me sentía muy mal, pero volví!!! :v mal aún, pero mejor xd Espero que el tiempo no haya afectado en mi manera de escribir, y que les haya gustado este capítulo, l@s adoro! 🌸 Bai bai~♥
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