5. Cumpleaños

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Perdón!!!! Disculpen la tardanza. En el último tiempo no estoy inspirada. Y Kendall ya escribió muchooo

Disfrute mucho este capítulo... uno de los mejor que narre

Katti

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Las dos chicas se miran antes de volver al desconocido. Lara no se muestra muy contenta. Luana lo estudia. Era alto no tanto como Elian pero a ella le sacaba media cabeza. Tenía un cuerpo muy trabajado pero tenía unos ojos que transmitían pura miel. Su pelo rubio ceniza lo hacía más tierno. Sumandole su sonrisa amigable. Una mueca de asco se le salió a Lara. Por ende, su amiga controló la situación.

-Soy Luana. Mil setecientos nueve para los depredadores - le sonrió y Gale le gustó esa chica. De reojo miro a su compañera casi con el mismo desprecio que ella a él. No la entendía. No se conocían. - Mi amiga es Lara. Mil seiscientos noventa y ocho.

- Lara y Luana- susurró. No podían ser hermanas. No se parecían en nada. Pero vaya considencia la primera letra de sus nombres.
Lua lo invito a almorzar con ella y se ganó un codazo de parte de la pelirroja. Ella no quería a la competencia cerca de su nueva amiga. Si bien no hacía más de dos semanas se conocían. Quería alejarla de todos los hombres para dejarla en los brazos de uno sólo. Pero claro. Solo ella sabía su plan. Sonrió inconscientemente al pensar en ser Cupido para juntar a sus amigos.

Con sus bandejas de comidas, escuchaban muy atentas la historia de la nueva presa. Lo habían atrapado hacía dos semanas , igual que Luana, y las había visto con anterioridad pero no se animó a saludarlas. Su vida afura fue muy solitaria. Creció sólo sin unos padres. Fueron asesinados en una caza. Con cuatro años de quedo sólo, sin protección alguna. De pura casualidad los depredadores no lo encontraron. Ó eso le hizo creer a sus compañeras.

Se guardo un gran secreto. El chico tenía las manos sucias, no era un santo. Y por sobrevivir sin una guía cometió varios asesinatos. Al principio, fue en defensa propia ya que le iban a robar la comida. Aunque más adelante, fueron por puro egoísmo. Comenzó a robando la comida, haciendo lo que le hicieron a él. Después, siguió robando la ropa. Más tarde, todo aquello que envidiaba de otros. Odiaba recibir un no por respuesta. Y al no obtener cualquier cosa que anhelaba, sus víctimas dejaban de respirar.

Les inventó un enfrentamiento con unos cazadores. Sabía pelear porque lo necesitaba para atacar a gente indefensa. Nunca antes se había topado con un depredador hasta hacía dos semanas. Sus pobres tácticas de ataque fueron insignificantes para sus captores. Fue buscado internacionalmente para un trabajo importante. Alguien de mucho poder lo trajo para una misión. Pero eso no lo contó. Debajo de su fachada de nene tierno se escondía un verdadero depredador. Las apariencias si engañan. Lara estaba al pendiente de cada gesto y algo no le cerraba. Sabía que mentía aunque no sabía con que no porque. Tal vez para impresionar a su amiga.

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La clase de combate había terminado . Elian habia sido reemplazado por Cy. Luana sintió una puntada de desilusión al no verlo ese día. Estaba limpiando junto a Galeno o Gale, como él les había exigido ser llamado.

Una cabellera negra se acercó a la presa. Con delicadeza apoya su mano en su hombro. Luana dio un saltó de sorpresa. No se esperaba tener a la madre de su instructor parada al frente suyo. La mujer no tan mayor se acercó como si fuera a contarle un secreto.

-Si querés mi silencio, presa- le susurró al oído-. Vas a tener que obedecerme.

La depredadora había visto a su hijo y a la muchacha en la biblioteca muy juntos. Para Elian, ese día era muy duro ya que su padre cumplía años. La relación no era comunicativa y si bien el padre amaba a su hijo, lo único que hacía era darle orden tras orden. Sin pedir opinión alguna del chico ni darle un porque de las cosas. Harto de reglas y restricciones había decidido cambiar la realidad que conocía. Su madre lo sabía pero callaba. La tarea de la mujer fue buscar a la presa para alegrarlo antes de la cena familiar. Ella pensaba que iba a impedir un enfrentamiento entre sus hombres.

La condujo a la pieza de su hijo. No sin antes amenazar a la presa que había estado limpiando con ella para que no divulgará ni una palabra. Él camino fue un poco más largo ya que la mujer hizo más vueltas. Haciendo tiempo porque su hijo se estaba preparando para la ceremonia. Al abrir la puerta, la luz estaba prendida. Y la apagó con la escusa de ahorro de energía. Luana se quedo sola. Escuchando el agua de la ducha. Nerviosa desvió la mirada debía puerta a la cama. Allí había un traje blanco con una corbata negra y unos zapatos de vestir del mismo color. Tomó el atrevimiento de sentarse en el borde de la cama. Él piso estaba forrado de una alfombra negra haciendo juego con el acolchado. La habitación se iluminó por la luz proveniente del baño.

-¿Qué haces acá?- casi gritó. Estaba entre sorprendido y enfurecido. La chica levantó los ojos hasta cruzarse con el verde encendido. Ella tuvo una mala sensación.

-Tu mamá me trajo- respondió encongiendose de hombros sin medir las consecuencias. Elian maldijo en voz baja. Era obvio que ella no era tan atrevida. Luana aprovechó la oportunidad de ver su físico. Le encantó lo que veía. Sus hombros eran anchos con brazos músculosos. Bajando a su abdomen se topó con que estaba muy bien formado; seguramente era por su entrenamiento. Y todo era más delicioso con las gotas de agua escurriendose despacio por su cuerpo. Una toalla enroscada a su cintura impedía la vista más inquietante. Y si, con semejante hombre ¿quién iba a tener la mente pura? El deseo se hizo presenté en los ojos marrones de la chica, cosa que captó Elian.

-¿Te gustó? - le preguntó con una sonrisa perversa que lo hacía todavía más sensual.

-Si- se le escapo como un suspiro. Él calor se le extendió en sus mejillas haciéndola adorable. Él se acercó, se arrodilló quedando al mismo nivel. Sus labios casi tocándose. Él clima cambio. Él aire se volvió más denso. Y cada uno miraba la boca del otro. Solo un centímetro para darse un beso... Cuando unos golpes en la puerta los interrumpió.

Elian se paró de golpe haciendo que Luana imitará su acción al tenerla agarrada de ambos brazos. Con rapidez abrió el baño y la dejo allí. Enviandole una mirada de advertencia para que no haga ruido. Al darse vuelta se encontró con su padre.

-¿Por qué no abrias?- le cuestionó.

-No escuche. Me estaba bañando- respondió con un tono tosco. Suspirando de alivió por dentro. Él padre sacudió la mano para restarle importancia.

-Encontramos algo. Los de la resistencia llevan un tatuaje. No sabemos que ya que no tenemos a ningún rebelde. Te aviso para que estés atento. Hay muchos infiltrados entre nosotros. Te espero en la cena. Lleva acompañante, por favor.

Y sin esperar respuesta alguna se marchó. Luana salió y se puso al frente suyo. Su mano cayó en la cadera del chico tapando la tinta de allí.

-Sos rebelde- lo confirmo al separa los dedos para ver el tatuaje de un tiburón. Sin saber que decir sólo reposo su cabeza en el hombro de la presa. Tuvo suerte que su padre no lo haya visto.

-Se mi compañera- suplicó tan bajito que apenas escucho- en la cena, por favor.

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Fue mi momento de inspiración. Estoy muy orgullosa de este cap. Porque fue un reto para mí. Nunca había hecho uno así

Ojalá lo hayan disfrutado

Katti

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