Carter

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CAPITULO 1: "Carter"

Era una suave mañana de otoño, su estación favorita, claro que tal vez no era un buen día, se sentía raro despertar en un lugar sola, en el cual no conoces ni a 2 personas de las que están a tu lado, si, lo es. Al menos podría hacer lo que quisiera unas cuantas horas, después de todo su hijo iría a visitarla hoy...

Pasaron las horas y él no llegaba al lugar, después de un tiempo se dignó a levantarse e ir a su vieja tienda. Hacia años no se paseaba por aquel lugar al cual considero un hogar durante años; pasaron los minutos y decidió entrar al fin, contemplo como había cambiado todo en los años que ella no fue a aquel lugar al que amaba como si fuera el de su infancia.

-¿Hola? ¿Puedo ayudarla señora? Ya estamos cerrando. - Dijo una voz que ella no reconoció, por lo cual miro con el ceño fruncido hacia el lugar de esa voz proveniente de aquel mostrador, el cual estaba igual que como lo recordaba.

-Oh, lamento la interrupción, solo quería visitar mi viejo hogar, hacia años no venía por aquí, y tal vez esta sea la última vez que lo vea.- Miro a la joven chica detrás del mostrador y se acercó a ella.

-¿Cómo llego aquí señora? Usted debería estar en casa, es muy tarde y debería descansar.- La joven insistió para poder cerrar su pequeño local.

-Estoy en casa señorita, no conozco otro lugar al cual llamarle hogar más que a este pequeño lugar. Supongo que ya a nadie le importa lo vieja que una está como para conceder sus últimos deseos, quisiera volver a mis días de juventud en este lugar.- Dijo la anciana aun inspeccionando el pequeño lugar.

-¿Usted logro conocer al señor Morton?- Pregunto la dulce joven con curiosidad.

-¿Conocerlo?, Oh cariño, él fue mi esposo- Miro a la joven sonriendo, la anciana se instaló en uno de los pequeños asientos que se encontraban allí, lo cual era una pequeña sala de espera.

-Oh que grandioso, ¿Quisiera contarme la historia de este lugar? Siempre creí que es un lugar mágico, y que cosas hermosas guardan estas paredes- La chica insiste con una mirada con cierto brillo en los ojos mientras toca una foto de la antigua dueña del lugar.

-Aún recuerdo cuando tomaron esa fotografía, era tan feliz, ¿Tienes algo de beber? Que no sean sodas, ni jugo de manzana.- Miro a la joven; la cual prendió una pequeña cafetera que se encontraba a su lado.

-Espero no le importe el café.- Sonrió la jovencita y le entrego una taza a la señora y se ubicó junto a ella...

-Todo comenzó un día como este, era otoño...- Mientras bebía su café iba recordando cada cosa que paso en sus mejores años en aquel lugar...

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Era una linda mañana de otoño, me sentía tan bien, cada paso que daba en aquel lugar me ponía cada vez más feliz, al fin empezaría con mi carrera universitaria, al fin estaría un paso más adelante para cumplir mis sueños. Todo gracias a papá, no sé qué haría si el no estuviera conmigo, él y mi hermana son mi todo.

Llegue al asiento que me correspondía y me senté junto a Cameron, mi mejor amigo, admito que es muy bonito, siempre ame estar con él, pero él jamás se fijó en mí, pero ya que. Solo seguiría mi vida, mi prioridad ahora es cumplir con el sueño de mamá y mío.

Siempre quisimos ir a la Antártida a salvar pingüinos. Es mi sueño desde que soy niña, siempre quisimos eso con ella. Solo espero no decepcionarla...