Y entonces el reloj toco las 00:00 y lo que decie toda mi vida se hizo realidad, al contrario de cenicienta el hechizo no deshizo si no que la magia empezaba a surgir. Porque hoy complia diesiocho años y eso significaba una cosa, libertad
Los días pasaron, un mes exactamente desde que me enteré de la relación de mi tía y Ricardo. Nina aún no le hablaba a sus padres, sentía que realmente no los conocía. Aún seguía sin recordar nada pero ya no esforzaba tanto para hacerlo y me preocupaba que esta vez se hubiera rendido de enserio.Se había mudado definitivamente a mi casa, éramos una pareja más sólida y sobre todo nos amabamos de una manera sincera. Me había enamorado de Nina nuevamente tanto como la primera vez.
—¿En que tanto piensa esa cabeza?—pregunto Nina divertida interrumpiendo mis pensamientos—esta que hecha humo la pobre, dejala descansar —¡Qué graciosa!—exclame—de igual manera prefiero verte así antes de que te la pases hechada en la cama como en estos últimos días, ya parecias una morsa —Vos tenes las orejas como el elefante Dumbo—me saco la lengua como una niña—y no te digo nada, así que yo puedo ser una morsa tranquilamente . —Mis orejas están en proporción con otra partes de mi cuerpo chiquita—respondí entre risas —¡Pervertido!—exclamó —Hablaba de mi nariz—puse mi mejor cara de inocente —Si claro—rodo los ojos
La abracé por la cintura, nuestras charlas matutinas nunca fueron muy normal ni siquiera antes de que Nina perdiera la memoria. Siempre nos reíamos mucho cuando estábamos juntos y aún eso sigue intacto.
—Gasti, bebe—llamó Nina —¿Si?—respondí sin soltarla —Ayer al restaurant atendi a un chico—se giro y nuestros rostros quedaron enfrentados—él dijo qué me conocía, se llama Simón
Simón, el pendejo más idiota que conocí en mi vida. Iba a la misma clase de Nina y le divertía desafiarme cuando el profesor Young me dejaba a cargo. Se quería acostar con Nina, se notaba a leguas pero ella nunca le hizo caso ¡El pobre se quedó con las ganas!
—Cuándo venga al restaurant mañana—hable con la sangre que me hervia porque conocía bien las intenciones de ese pendejo—avísame, qué Simón y yo nos debemos una charla —¿Estas celoso?—pregunto divertida Nina—¿Lo estas? —Puff ¿Yo celoso?—respondí ganando que Nina se ria estrenduosamente—¿De ese? —Si, estas celoso—afirmo aún riendose—Entonces, ¿Simón fue mi novio? ¿O algo así? —El pendejo se baveaba con vos en el colegio—respondí recordando las cosas que le decía—pero nunca le hiciste caso y cómo si eso fuera poco le encantaba desafiarme cada vez que el profesor Young me dejaba a cargo de su clase,es un idiota —¡Celoso!—bufo —Sólo no quiero que miren lo que es mío—me defendí —Yo no soy de nadie—aclaró
Y antes de que pudiera seguir hablando, la caye con un beso.
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¿En que momento llegamos a los 10K y al puesto #362—fanfic? Gracias son increibles Las quiero muchísimo Recuerden que sigo dedicando capítulos, solo tienen que escribir en un comentario porque quieren que se los dedique.
