00:00 |gastina|

|CAPITULO 60|Entre familia

N.

—debo hablar con él—murmuré estaba algo nerviosa y no era para menos—tiene que saber
que recupere mí memoria y que ahora entiendo todo un poco mas

Camine hacía la cocina con la mirada atenta de Gastón sobre mí, respire hondo y toque el hombro de Lucas captando su atención.

—peque...—exclamo él con
esa alegría tan particular que
lo caracterizaba—¿Cómo estás?
—bien Lu—respondí—¿Vos?
—atareado, muy atareado hermanita—suspiro—hoy estoy solo en la cocina porque Vicky se enfermó, el trabajo es el doble
—yo necesitaba hablar con
vos Luqui—murmuré—pero puedo venir en otro momento, no me gustaría que te atrases
por mí culpa hermanito ¿Si?
—¡Que tonterías decís!—exclamo rápidamente—primero estás vos, el resto puede esperar peque

Suspiré, lo mire a los ojos y me dispuse a hablar.

—Luqui...—hable mientras jugaba con mis dedos a causa
de los nervios—yo recupere,
yo recupere la memoria

Sus ojos se abrieron desmesuradamente a causa del asombro, tomo su cabeza con las dos manos y se limitó al silenció
¿Qué se decía en estos casos?

—yo...—exclamo anonadado—la verdad es que no se qué decir y es que esto si que no lo esperaba
—no digas nada—respondí—yo aún estoy un poco desorientada, solo te pido que me abraces

Se acercó a mí y me rodeó con sus brazos, deje caer mí cabeza sobre su pecho y cerré los ojos concentrándome en la calidez que me transmitía su cuerpo; no hacían faltas las palabras, el amor fraternal se transmitía a través de nuestro abrazo.

—esto no cambia nada—hablo sin dejar de abrazarme—solo que ahora vas a entender algunas cosas que antes no entendías
—ahora comprendí que no
me pudo haber tocado mejor hermano—sonreí—te quiero Lu
—y yo te quiero a vos—hablo separándose de mí para mirarme a los ojos—y muchísimo peque

[• • •]

La voz gritos inconfundibles 
de Gastón hicieron que todos dejemos de hacer nuestras actividades, Matteo apoyo la bandeja de aluminio sobre la barra y seguido por mí empezó
a caminar hasta llegar al lugar donde provenían todo ese alboroto: el despacho de Gastón. Frente a mí novio se encontraba parada una mujer, él tenía los ojos llenos de lágrimas y decía cosas que apenas lograba comprender.

—toda mí vida lleve bien el hecho de que mí mamá no me quisiera...—estaba temblando
y las lágrimas salían con más fuerza—no entiendo que hacés acá, vos nunca me quisiste

Era la mamá de Gastón.

—me estoy muriendo—hablo
la mujer—necesitaba al menos conocerte e irme de este mundo sabiendo que alejarme de vos fue la mejor decisión que tome en mí tan miserable vida, tu padre hizo un buen trabajo con vos hijo

Gastón se dejó caer sobre la silla y yo rápidamente entre a el despacho y me acerque a él para luego abrazarlo fuerte; su llanto era incontable, no imaginaba cuanto dolor guardo mí chiquito todos estos años.

—toda mí vida te necesite—él
se aferró a mí como un niño indefenso—todavía recuerdo cuando tenía cinco años y vi
por la ventana como me dejabas a mí y a papá, por tu culpa él nunca volvió a involucrarse
en una relación amorosa
—no podía quedarme y arruinar sus vidas, no podía—murmuro aquella mujer—mí adicción a las drogas me destruyó y ahora me está quitando lo único que me quedo, mí miserable vida
—papá te hubiera salvado de ese infierno—susurro Gastón—él te amaba aún después de que nos dejaste, él lo siguió haciendo
—tu papá me amaba—afirmo ella—pero yo ame más a las drogas que a él e incluso que a vos, y cuándo quise recuperarlos él había fallecido y vos tenías una vida armada, ya era muy tarde
—perdiste todo por una maldita adicción, por las drogas—hablo furioso y golpeo el escritorio fuertemente sacando todo el dolor afuera—incluso tu vida aunque por lo visto ni eso te importo, al final me das
un poco de lástima ¿Sabes?

La madre de Gastón no contesto, dejo un papel sobre el escritorio y se fue por dónde vino; hay personas que nos marcan de por vida y aunque pase el tiempo la cicatrices no se borran. A Gastón su madre lo había marcado para siempre, él la necesito toda su vida y no estuvo,el único recuerdo que tiene de ella es verla partir y dejarlo para no volver nunca.

[siete capítulos para
el final + epílogo]