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} Setenta y cuatro { [Narrado]

Chae Young estaba caminando en la acera mientras combatía con el fuerte viento que arrasaba en la ciudad. Iba con demasiada prisa, pues ya eran más de las siete y no quería llegar tan tarde. Miraba con atención cada casa, tratando de encontrar una de beige con zocalos y rejas que había descrito Momo por mensajes.

— ¡Esta! — Exclamó con una pequeña sonrisa al ver uno de los últimos domicilios de la cuadra. — Debe ser esta.

Chaeng fue rápidamente hacía la entrada. Tocó el timbre y esperó unos minutos hasta ser atendida. La puerta se abrió con lentitud y dejo ver a una señora con el pelo recogido y una mueca triste. — ¿Sí?

— H-hola...— La chica quedó en trance y luego de unos segundos, tras reaccionar, hizo una reverencia. — ¡Soy Chae Young, amiga de Mina! — Dijo con un poco de nervios.

— Oh, tú eres la famosa Chae Young. — La mueca triste de la señora se convirtió en una bella sonrisa, haciéndose notar unos pequeños hoyuelos en sus mejillas que rápidamente se borraron tras generar un puchero. — Mina esta encerrada en su habitación. Mi padre falleció... y a ella... — Suspiró mientras se cruzaba de brazos. Seguramente trataba de contener sus lagrimas. — Le ha afectado demasiado.

— Lo lamento.

— Sí...

— ¿Puedo pasar ir a verla? Y-yo...

— Sería un gran favor. — Contestó. Chae Young quedó anonadada. Pensó que le iba a negar el paso por la hora. — Ayer quería comprar los medicamentos de Mina, pero no quería dejarla sola. Ahora que estas tú, puedo ir sin tener que preocuparme...

— Muchas gracias. ~ — Hizo otra reverencia y cruzó la puerta.

— Mina esta arriba. Es el único cuarto que hay allí, así que no tendrás problemas con la ubicación.

— Esta bien.

— Me iré ahora. — La señora sonrió y agarró sus llaves para irse de allí. 

Mientras Chae Young subía, la puerta se cerró. — Solas... — Dejo de caminar por las escaleras y se agarró la cabeza; había tenido el recuerdo de cuando ella se quedó por primera vez a solas junto a Rosé, su ex-novia. — Concéntrate, Son. — Zamarreó su cabeza y siguió subiendo escalón por escalón hasta llegar al pasillo. Miró hacía los costados, encontrándose con dos puertas. — Seguro que uno es el baño... — Se acercó al de la derecha y tocó, pero nadie respondió. Así qué se dio vuelta y tocó la otra.

— ¿Qué pasa, mamá? — Se escuchó del otro lado. — No quiero comer.

— S-soy yo... — Un silenció incomodo invadió el ambiente. Chae Young apoyó su cabeza en el marcó de la puerta y prosiguió. — Tu madre se fue a comprar... 

— ¿¡Qué haces aquí, Chaeyoungie!?, ¿Como encontraste mi casa?

La joven tragó saliva mientras sus ojos se cristalizaban. No podía aguantar escuchar esa voz quebrada. — Quiero hablar contigo.

— Yo no... necesito estar sola.

— Por favor, ¡hablemos! — De repente, escuchó como unos pasos bruscos se acercaban cada vez más, haciendo que esta se separé del marco justo cuando la puerta se abrió. 

— ¿Qué? — La menor miró de arriba abajo a Mina. Desastre. Esa era la palabra que la describía en esos momentos. Nuevamente quedó en trance por unos segundos. Simplemente no podía creer que vería a Mina en esas circunstancias.

— No puedo verte así.

— Dejam-

La menor tapó la boca de la contraria y miró hacía el suelo. — Te quiero. Y me duele verte de esta manera.

— Umhumhumh...

Esa respuesta tan confusa hizo hacer que Son la mirase extrañada. — ¿Eh?

Myoui sacó con brusquedad la mano de su boca y miró seriamente hacía su costado, tratando de evitar cruzar la mirada con la de la joven. — Yo también te quiero.

Por segunda vez, el silencio hizo incomodo el ambiente. Mientras tanto, Chae Young pensaba en alguna manera para distraer a Mina. «El recuerdo...» Pensó y miró fijamente a la chica que tenía en frente. 

— ¿Pu-puedo pasa-pasar a tu cuarto?

— ¿Para qué?

La chica de baja estatura acarició levemente la mejilla de la contraria y sonrió. — Para hacerte olvidar por un rato el mal momento que estas viviendo.

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¡Un especial por todo el amor que están dando a esta fic!

 No sé si narrar el siguiente cap. o no. Lo veré luego, je.