Prólogo.

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Prólogo.

- No me dejes sola, Anna ­ ­-dijo débilmente, casi susurrando-.

- Siempre estaré contigo, Febe, quizás no físicamente. -decía con dificultad. Sus fuerzas se estaban apagando- Las personas nacen para morir, pero lo importante es que de esta vida me llevo increíbles recuerdos contigo. -sonrió. Siempre sonreía, y al hacerlo te brindaba una sensación de amor y calidez como la de un sol.-

Sin poder formular palabra alguna, Febe rompió en llanto en los brazos de su querida amiga.

"Y entonces yo estaré ahí, cuando nadie más lo este, siempre contigo Anna..."

Siempre contigo, Anna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora