Desperté bajo mi misma realidad, me metí a bañar, me puse unos viejos Jeans Rasgados y una playera de esas con diseños raros que pocos entienden pero que todos reconocen por ser de Star Wars, y justo cuando iba a bajar las escaleras...
-Jameeees!!!!! Hora de desayunar!! - escuché gritar a mi madre.
Baje rápidamente La escaleras y me encontré con un plato de recalentado de la comida de ayer, mis días básicamente no eran especiales, todo era repetitivo y una explosiva bomba de furia para mi.
Les platicaré de mis padres, una pareja disfuncional tratando de hacer funcionar su matrimonio, mi padre un hombre de carácter serio pero comprensivo y cómo lo llaman muchos "sobre protector".
Mi madre, una mujer de carácter aún más fuerte que el de mi padre pero con más furia, una mujer que no se le pasaba nada, ni un solo error.
Y mis hermanas, un par de hermanas que tenían 15 y 13 años que me seguían en mis aventuras pero también me culpaban de los errores que cometían.
Básicamente así era mi familia, y ¿cómo soy yo? Yo podría escribir una autobiografía de mi pero prefiero decir lo que verdaderamente soy, aunque no lo puedo describir bien soy alguien explosivo, arrogante y prepotente a la corta edad de 18 años, pero ¿quien no se volvería así?, digo, estar en una televisora, mientras miles de chicos te ven para amarte u odiarte, y si, a veces puedo ser carismático y otras veces puedo ser un hijo de puta, continuaré platicando mi día, el cual al terminar el desayuno ser convirtió en una salida, para llevar a mi madre a su consultorio y aprovechar a pasar por Pamela, mi novia, todo iba bien, llegue con mi madre a su consultorio y me hizo bajar, pues quería presentarme a alguien, baje no muy contento, pues quería irme, pero esperé, cuando de pronto una chica preciosa, cruzo la calle, abrió la puerta de cristal y se fue directo al consultorio de mi madre, mi madre me llamó y dijo:
-James, ella es Elizabeth, será mi nueva enfermera por unos meses, está en su pasantía, así que la veremos seguido aquí.-
-Hola, mucho gusto- dije mientras la saludaba con la mano.
-El gusto es mío- dijo mientras soltaba mi mano y me daba un beso.
