You Make Me Strong || Yoonmin

Única parte.

Es difícil.
Es algo difícil pensar en una persona de manera tan especial y no poder decir tus sentimientos en voz alta por miedo al rechazo.
Temo el perder la amistad que tanto esfuerzo me llevo conseguir, temo que luego de que lo sepa me mire con otros ojos, que las cosas entre nosotros se acaben.

—No creo que sea tan malo como piensas, Jiminie. —Hobi Hyung siempre trataba de animarme —Yoongi no es la clase de persona que demuestre sus sentimientos, pero se nota que tiene un gran cariño por ti.

—Tengo miedo de arruinar todo.

—No puedes permitir que el miedo no te deje alcanzar lo que quieres.— Hobi me miró con reproche.

—Entiendo lo que dices, pero ¿Y si resulta todo mal?

—¿Y si resulta todo bien? No puedes saberlo hasta intentarlo.

Bajé la mirada, Hobi tenía razón, pero eso no me quita el temor a perderlo. Tal vez sólo estoy exagerando, pero es que en serio lo aprecio demasiado y no sé qué haría sin él.
Y es que me tiene cautivado con su persona, adoro cuando sonríe, se ve tan inocente que mi corazón no puede evitar acelerarse con solo cruzar miradas con él.
. . . .

—Yoongi hyung.

Toqué la puerta de su estudio, llevaba todo el día ahí, por eso decidí llevarle algo para comer.

—Adelante.

Entré y efectivamente él estaba trabajando, iba de su escritorio al piano, del piano al escritorio.

—Hyung, te traje algo para comer. —Puse la bandeja en la mesita que está junto al sofá, me senté y destapé el recipiente que tenía arroz con trozos de carne.

—Oh, gracias. Moría de hambre. —Se acercó y se sentó junto a mi, tomando los palillos para empezar a comer.

—¿Y por qué no saliste a comer algo? Tienes que cuidar mejor tu salud, hyung. —Yo también tomé el tazón y empecé a comer.

—Tengo una idea, estaba tratando de ver cómo hacerla sonar bien.

—¿Estás trabajando en una canción? —Mis ojos se iluminaron, las canciones de Yoongi son muy buenas.

—Sólo son unas melodías, veré qué sale de eso. —Posó su mirada en mí. —¿Quieres escuchar?

Acentí automáticamente.

Se levantó y fue hasta su piano, se acomodó y acarició las teclas antes de empezar a tocar.
Un sentimiento de paz me abordó por completo al escuchar el sonido de las teclas, sus dedos de movían calmados, la melodía era tranquila, me fascinaba.

—No está terminada, es solo una idea... —empezó a decir cuando sus manos se detuvieron.

—Me encanta. —lo interrumpí.

Alzó su mirada y sus ojos se encontraron con los míos, sentí un escalofrío recorrer mi espalda y mi corazón derretirse cuando una leve sonrisa se formó en sus labios.

—Gracias. —sonrió aún más al volver su vista sobre su piano.

Me encantaba verlo de esa manera.

. . . .

Cuando regresé a mi cuarto Hobi hyung me observó desde su cama.

—¿Y bien? ¿Ya son novios? —me miró alzando sus cejas con picardía.

—¿Qué cosas dices? —reí nervioso.

—¿En serio no se lo dijiste? —suspiró resignado al percatarse de mi silencio. —¿Para eso te doy mis sabios consejos?

—No es tan fácil... —caí cansado en mi cama.