Capitulo 3

10 0 0
                                    

 Pagué todo y me acerqué al servicio del cliente en donde había una señora con un micrófono.

― Hola, sabes, este niño se perdió. Podría llamar por medio de los altavoces para ver si vienen por él. -La señora asintió y pregunto por el nombre del niño y por el mío.

― En atención al cliente, se encuentra un niño llamado Damien junto con la señorita Isabella, por favor ruego que se acerque quien esté a cargo del menor.

― Gracias señora.

Esperamos aproximadamente cinco minutos cuando aparece una mujer que cargaba a una niña en sus brazos. Llegó casi sin aire, ya que al parecer vino corriendo.

― ¡Damien! Hijo, te busque por todos lados. - dijo agachándose y abrazando al menor. - ¿Y esa caja?

― Yo se los compré señora. Bueno, me voy.

― ¡Muchas gracias joven! -Sonreí un poco, cuando siento que tiran de mi pantalón.

― Gracias señorita.

― De nada mocoso, cuídate y no te acerques a extraños.

El pequeño Damien asintió e ingreso nuevamente al supermercado, pero esta vez agarrado de la mano de su mamá, se despidió nuevamente con la mano, hasta perderse de mi vista. Un pensamiento doloroso llego a mí.

― Bueno, al parecer nunca podre tener hijos. -dije en un tono bajo.

― Obviamente no con esa polera y carácter.

Me giré hacia la voz de aquel desagradable hombre, y era el mismo que me había topado momentos atrás, pero estaba solo. Lo miré de arriba para bajo con la mirada más desagradable del universo, para hacerle entender que no me agradaba su presencia. Vestía pantalones negros rasgados en las rodillas, una polera negra con una calavera, también una chaqueta de cuero y su gran cabellera negra que caía en cascada, debo reconocer que era guapo, incluso tenía un aire parecido a Adam Levine, solo que, con el pelo largo, ojos azules fríos como el mar del fin del mundo y una nariz más fina e incluso su piel era más pálida de lo normal. Éste notó mi mirada y solo atinó a sonreír de lado.

― Eres un acosador. -Dije con el ceño fruncido, estaba por irme cuando sentí su agarre en mi brazo. Tiré inmediatamente las bolsas en el suelo, e hice un movimiento de defensa propia, en donde inmediatamente quedé detrás de él. Su espalda cubría toda la vista ya que me superaba en altura, le llegaba por debajo de sus hombros. Este emitió un sonido de dolor, interrumpido por las voces de sus acompañantes.

― Oye deja a Colín tranquilo. -Dijo el moreno preocupado.

Colin dejó de emitir sonido de dolor, así que supuse que estaba mordiendo sus labios. Solté a Colín como dicen llamarlo y tomé mis bolsas. Y efectivamente sus labios estaban algo hinchados, sonreí de satisfacción.

― Otra vez te acercas a mí y te parto tu preciada joyita que se encuentra en medio de tus piernas.

Sus acompañantes involuntariamente se cubrieron esa área.

Narra Colin:

Esta chica sí que es agresiva. Vi que tomaba sus bolsas, pero tenía que entregarle sus llaves. Metí mi mano al bolsillo de mi chaqueta, aun me dolía el brazo. La llamé.

― Isabella. -Dije, esta se giró sorprendida, pero inmediatamente puso su cara seria, casi sin expresión. Me acerqué y noté que se ponía tensa. -Toma.

Le entregue sus llaves en donde tenía como llavero un osito de peluche. Esta lo tomó y simplemente se fue. Vi como su cabello se movían lentamente a medida que caminaba, tenía pequeñas ondas abajo, pero aun así era liso. También era completamente negro, diría incluso más negro que el mío. Nunca había vistos unos ojos que no tenían brillo, que eran de un color café, parecidos a los de Matt, pero más oscuros y fríos, prácticamente sin vida.

― Vaya, primera vez que veo una chica tan fuerte. -Dijo Matt emocionado. - Ojalá pudiera estar una noche con ella, imagino que sería fenomenal con ese cuerpo que tiene.

Emití un gruñido que hizo reír a mi amigo.

― Es verdad, aunque me daría un poco de miedo, quizás lastime a nuestro amigo en pleno acto. -Dijo Adam, apuntando a nuestros miembros.

Ambos rieron. Solo acaricie mi brazo adolorido.

― Espero no volverla nunca ver. -Dije seco.

― Awww, lo dices porque ni siquiera te miro como te miran las demás mujeres en el concierto. -Dijo Matt dando un golpe en mi brazo.

― Auch. -me queje. -Ten cuidado que aún me duele. -Gruñí.

― Espero que ese dolor pase luego, esta noche tenemos que tocar.

Dijo Adam preocupado, mientras ponía sus mechas rubias detrás de su oreja.

― Tranquilo, esa loca no me hizo nada.

― Adonde Colin. Si no digo nada, poco menos te quiebra el brazo. Lo digo por qué sé. Aunque, a decir verdad, esa chica se contu...

No dejé que terminara, solo caminé al estacionamiento en donde me senté y me puse los audífonos para olvidar lo que acaba de pasar.


Nuestro secreto (It is love, Colin)Where stories live. Discover now