No es vida

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[Narra Adrien]

Uno...
Dos...
Tres...

¡Ya basta!, aun tengo su delicado aroma en mi nariz, creo que puedo sentir su piel entre mis manos. Su voz ahogada cerca de mis oídos pronunciando una y otra vez mi nombre.

Pero al acabar la noche y alumbrar el día solo puedo abrir mis ojos y notar que todo no es más que una ilusión ya que mis manos estan atadas a una almohada.

- Hermano... Adrien... ¿Has escuchado algo tan siquiera? - su mano perdida en mi hombro y mi vista sobre aquella dama en las mesas, no puedo seguir asi

- Lo lamento Nino... ¿Decías algo? - respondi ocultando mis ojos bajo el flujo de mi taza de café.

- Adrien... sigue así y te llevaré a terapia, no es posible que lleves un mes aqui y sigas perdiendote... después hablamos de eso... decía que quiero hacer más formal mi compromiso con Martha, pero no se como, ¿Algún consejo?-

"¿Porque no le dices como la enamoraste una vez?"... Claro ahora mismo puedo decirle que queden a solas en el bar y le ofrezca una botella de vino del más añejo y la lleve al departamento, después vuelvete la fiera que tienes dentro sin corazón ni alma... solo por diversión... y después pierdela, esa fue la historia.

- La verdad no se... -

- Eso no me ayuda mucho, la verdad solo estas logrando que me deprima más de lo normal -

- Nino... me gustaría ayudar pero sabes que no se nada de eso, ni siquiera recuerdo mi última cita con una mujer -

- Ni siquiera vi el rostro de esa tal Marinette y ya la odio, pero odio más que no te des cuenta el daño que te a hecho, simplemente esto no es lo correcto Adrien... ya no -

- ¿Sabes?, me estoy cansando de que te metas en este asunto -

¿Qué puede saber el?
Tiene a "mi amor" en otro cuerpo, el alma pura de Martha ya solo es de el. Si tan solo supiera que ella es Marinette y que por eso no puedo ponerme de pie y besar a otra mujer porque ella sigue ahi y ahi estará atormentandome porque no es mia.

- Solo quiero ayudar... -

- Entonces deja de hacerlo, habla de tu felicidad con alguien más y no conmigo, perdí a la única persona que me hacia feliz sin tan siquiera hablar, ¿Qué quieres que haga?, si esta mujer murio y tal vez ni mi nombre quiera escuchar... - me colme de todo, alce mi voz dejando caer mi bebida llamando la atención del público, incluyendo a mi amada -  perdoname pero no todos en esta vida tenemos suerte -

Solo baje la guardia, ajuste mi cazadora  y sali del bar, se puede decir que casi azotando el frío cristal de la puerta detrás mio.

Las gotas del cielo  caen poco a poco chocando contra el frío suelo, los autos pasan, solo veo como el agua corre sobre ellos sintiendo un frío que me cala los huesos cada vez más y más.

Nunca tuve nada igual.
Si nunca la hubiese conocido apuesto que en estos momentos estaría sentado en la oficina mirando el retrato de mi padre y pensando que debia cuidar lo que el dejo. Si... cuidar solo de mi y nadie más, cosa que tal vez inconsistentemente aun este haciendo.

No es facil lo que me pasa ni mucho menos. Ver como tu amigo vive con el amor de tu vida y lo presume en tu propia cara no es agradable.

- Agreste... esperame - una dulce voz entre tanto llanto. Solo pude girar y ver a tal vez la única persona que me entiende.

- Alya... debiste haberte quedado con tu jefe, odiaria que se moleste por seguir a este imbécil -

- Por favor... después de lo que acaba de pasar me importa más mi verdadero amigo - su sonrisa al menos me da aliento para responder con otra igual, tan siquiera es algo - vamos a mi departamento, la lluvia te hara daño -

Su mano sujeta la mía, bajo su regazo a sacado un paraguas cubriendonos. Al paso que damos la gente nos mira, es gracioso, tal vez piensen que esta niña de piel canela me a robado el corazón. No suena mal, al igual que yo ella a sufrido y tal vez aun más ya que siempre a vivido enamorada de mi amigo.

Minutos así y nos adentramos a un.vecindario modesto, nada extravagante, unos cuantos edificios que se ven son rentables, comercios modestos que tal vez en algún momento a la vista de mi antiguo yo no serían más que estorbos que alientan a la sobrepoblación.

Entramos a un edificio de apenas 3 pisos y al parecer de dos viviendas por piso. Nada de elevador ni mucho menos ventilación en este, las escaleras dan al último piso aun sujetandome de ella.

- Llegamos - su voz se acorta, tal vez es pena, no deberia tenerla, este mes e estado viviendo en una bodega donde apenas si puedo moverme.

- Lindo lugar -

- Gracias... pero creo que no corresponde a tu clase social -

Al entrar me doy cuenta de que tal vez viaje en el tiempo y este en el antiguo departamento que mi amada.
Solo un pequeño sofa y una mesa de estar en lo que podría der un comedor, la cocina tal vez tan pequeña que al momento de girar te topas en la habitación.

- Crei que el bar era buen negocio... -

- Lo es... deberías ver el departamento de Nino y el de Martha, creo que son 3 veces más grande que esto -

- No entiendo... se supone que tu eres la administradora del negocio, debería alcanzarte para más -

Se a quedado callada y solo puede sentarse mirando hacia el piso.

- Seré la administradora... pero no la pareja de mi jefe... Martha solo a sido mesera este tiempo, ni siquiera esta todo el día, tiene otro empleo, algo asi sobre ingeniería en una pequeña empresa de ropa, no entiendo realmente, pero Nino no la deja ni a sol ni a sombra desde que la conoce, prácticamente el paga todo lo que ella tiene, techo, ropa, luz, agua, comida... las ganacias ahi estan, por eso mismo la odio, lo tiene endiosado, esta tan cegado que ni siquiera puede entenderte -

Quiero ocultar mi rabia, pero no puedo, si esta es la vida de Alya teniendo un buen cargo no me imagino la vida de las meseras en ese bar, tal vez solo sean gastos menores.

- Nino es un... -

- Será lo que quieras, pero deje muchas cosas por seguirlo - sus ojos me ven y empiezan a llorar, ahora veo con claridad todo.

- No debiste hacerlo - me acerque a ella y tome sus manos sin perder de vista aquella luz de su mirada - tu vales mucho, no debes dejar que te trate así por su tonta vanidad -

- Adrien... lo amo tanto que e soportado mucho, mis padres no quieren saber de mi porque deje la escuela por seguirlo a el a este lugar, lo único que me hace seguir en pie es ver que el esta feliz -

- ¿Y de que te a servido? -

- Yo... -

Un abrazo... solamente una abrazo, y ella vierte sus lágrimas junto a las mías. Esto no es vida, ni para ella... ni para mi.

°Nuestras Sombras°..."Empezar De Cero"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora