Parte 2

2K 110 10
                                    

En la cúspide


Los viajes en tren siempre eran agotadores, a veces miraba por la ventana y otras prefería dormir pero fuese lo que hiciera pensaba en ti con nervios, con ansias, con todo… Me gustaba pensar en que estarías haciendo, si quizá mirabas la postal que robaste o escuchabas  una canción napolitana en Roma, el tormento que me hacía yo mismo recordando no era justo, tú podrías incluso ya haberme olvidado, dentro de poco seria tu boda y formarías nuevos recuerdos, una nueva vida, una familia y yo quedaría en tu pasado siempre intentando salir a flote pero ahogándome cada vez más.

La universidad era interesante, cada poema, libro y hasta el más mínimo escrito que trataba de amor y placeres te traía de nuevo a mi mente y me invadías tan intensamente que era necesario detener mi lectura para abrazar a ondulante, tragarme lágrimas ahora que el dolor se sentía más real y volver a la vida, gracias a Anchise, quien cada día seguía la rutina, pude ir olvidando que eras alguien para mí, cada que Mafalda sonaba la campanilla de la comida o la cena era el Elio de los veranos pasados, los invitados durante las tardes me exasperaban como veranos pasados…

Al fin llegó la primavera y mientras cada árbol florecía dando frutos yo también crecía en cuanto a mi carrera, un día sería un buen filósofo, un buen escritor y escribiría sobre nosotros no para que el mundo leyera simplemente para darte algo y yo tenerte inmortalizado en letras, era una forma de decir a los cuatro vientos que eras mío, que había una historia entre dos chicos, uno de diecisiete y otro de veinticuatro que se habían amado, que conocieron en amor un verano, después se separaron y uno olvidó pero que siempre me entregaría a ti, solo pídemelo y lo haré, jamás diré no y por favor cuando te pida que pronuncies mi nombre llámame por el tuyo, tú eres el que me conoce incluso más que yo, no deseo ser otra cosa más que lo que tú me pidas.




Primavera… aquella primavera hiciste como me habías dicho, enviaste una postal a mis padres de un hermoso jardín y adjunta una foto de la magnífica boda que tuviste, todo un escrito romántico. Te entregue mi corazón y deje que lo destrozaras... Por ti Oliver,solo tu puedes hacer conmigo lo que te plazca... Hazme todo el daño que quieras, romperme el corazón, ódiame, pero por favor, no me olvides. Odio los recuerdos sabiendo que ya no eres solo mío y que en realidad nunca lo fuiste…




Conocí una mujer en un bar mientras yo escribía bebiendo cerveza ella se acercó, era una mujerzuela de buena complexión, fuimos a un renta-cuartos y no pude evitar reír mientras estaba dentro de ella pensando en que una vez hice esto contigo, trataba de callar sus gemidos contra la almohada así como hacíamos nosotros para que Mafalda no lo notará tratando de hacer el menor ruido en la silenciosa noche, lo cierto es que me gustaban las madrugadas a tu lado, la media noche en tus brazos y ver el amanecer envueltos en tu cama que era la mía… ese día llovía y yo follaba al ritmo de ese sonido. Ciertamente te tuve un amor, aprendí contigo no solo a escribir sino también a vivir mis historias y en cada una de ellas estabas tú, eras la vida, el aire, los colores, la florería en B, los colores del arcoíris… ven y acariciame Oliver, que todo lo que quieras, yo puedo serlo en esta noche, en está vida y eternamente para ti.
Viajó al pasado y no sé cuál es la vida real, ¿esto es solo un sueño? Abrazados entre las sabanas, disfrutando de un paseo en bici, yendo a beber con música alegre... ¿Relamente estamos tu y yo ahora?... pienso que suelto tu mano todo va desaparecer y despertar del sueño porque cuando te amo doy todo por ti, no, no doy todo por ti… me doy todo a ti; puedes hablar de lo mal que hago en perderme en ti... pero lo siento dentro de mi, corre por mis venas amarte...

A la mañana siguiente en el  cielo cruzaba un arcoíris y vi al Oliver de colores, el amable, el serio, el intelectual, el que entraba silencioso a mi habitación para estar dentro de mi y me llamaba por su nombre.

En las postales que seguías enviando trataba de descubrir mensajes ocultos que pusieras para mí anhelando que no lo olvidarás, que siempre que te pidiera que pronunciaras mi nombre otra vez me llamaras «Oliver, Oliver, Oliver» quería ser más para ti, aún así... nunca había nada; supongo que si hubieran aparecido, mi padre las hubiera notado así como se dio cuenta de lo nuestro incluso mucho antes que yo. Estaba loco por seguir deseándote, mi cuerpo vibraba de pasión por ti así que dime Oliver ¿qué vas a hacer respecto a ello? Si ahora tomas la mano a tu esposa, noto cómo la miras, ella puede darte todo lo que yo quiero y tengo celos... amas a la bella cagna, pronto sería a tus hijos y cuando avanzarán los años a tus nietos entonces ambos nos sentaríamos frente a la bella fontana de Italia para hablar de nuestras familias y la perdida de los años prodigiosos.

Se que debo borrar todos esos pensamientos que tengo acerca de ti pero nunca es suficiente, lloraré por mi edad, por este cuerpo vacío a causa tuya, porque ella es tan bonita.
Te juro que lo intento pero no olvido el hecho de que soy YO lo que hizo que no estemos juntos, mi edad, mi rostro, simplemente yo... No soy lo que tu anhelas. 

Dejé mi vida en cada recuerdo, te idolatre y te levanté altares, eras lo primero y último en mi, jamás me detendré…

La música era lo que hacía cuando no escribía o leía y si tocaba a Bach como lo hubiera hecho Liszt  me reprendía y luego me reía de lo ridículo que parecía «Solo toca a Bach como lo hubiera hecho el propio Bach» así que volvía tocar a Bach como lo hubiera hecho  Busoni y volvía a reír mientras tocaba sabiendo que te caía de los cojones que lo hiciera, aún en la lejanía seguía haciendo cosas para no olvidarte aunque tu ya lo habías hecho.

""-¿Elio?

-Elio.

-Habla Oliver. ""

Y lo habías olvidado…

El olvido es lo más alto en el dolor y no estaba listo para soportarlo.
Seguí viviendo, con los consejos de mi padre, los mimos de Mafalda, el cuarto verano de tu partida perdimos a Anchise y quería sentir pena por ella pero no dejaba de lamentarme por mi aunque sabía que era cobarde y ridículo, todo el tiempo las personas pierden otras personas y no van por ahí andando en lágrimas o sintiéndose miserables yo incluso idolatraba este dolor porque era lo único que me quedaba de ti... solo miraba el silencio en que lloraba Mafalda y al siguiente instante ya estaba lista poniendo la mesa a la hora de la comida; ojalá yo hubiera hecho eso contigo, llorarté aquel día para al siguiente matar todo de ti, si no me hubieras dando a ondulante seguro que el seguir te verano hubiera habido otro... pero no, jamás trate de buscarte en otros y en cambio deje que fueras.

Y fuiste.

Y eres.

Comencé a cambiar en ciertos aspectos pero nada trascendente aún pensaba que tú eras lo mejor y único en este mundo Oliver, comenzó a salirme barba y decidí dejarla así cada mañana en lugar de afeitarme veía como iban creciendo los pequeños vellos, me miraba largo rato pensando en si te gustaría o si me reconocerias si no lo hacías me sentiría muy triste pero volvería a introducirme en tu vida como alguien nuevo y volvería a hacerte mío.

Ese cuarto verano estaba en el último grado de la universidad los exámenes finales me llenaban de preocupación aunque no debían porque mi vida entera había sido rodeada de enseñanzas maravillosas dadas por grandes personas, siempre fui tan afortunado y sin darme cuenta me acostumbré a tener todo, supongo que por eso aún te pienso, mi egoísmo siempre me hizo creer que ganaba, sin embargo, contigo fui quién perdió porque ahora no te tengo.

Si llega el final de verano antes de que vuelvas a vernos o hablar solo quiero decirte que este momento es el esplendor de mi vida contigo y sin ti.


... Pues no hay nada que decirles solo espero que esto les guste y como  dije que solo serían tres partes por eso no actualice diario... la próxima semana será la última parte y pondré una cuarta que será una carta de Elio a Oliver 😊✨
Voten y comenten ❣️✨ ¡ l@s quiero!

Pronuncia mi nombre otra vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora