la ventaja

19 0 0
                                    

Capítulo 2

(La ventaja)

–Vaya, vaya... hasta que te encuentro, así que eres Jay Cray el chico misterioso de secundaria, porque no me cuentas lo que paso ayer en la entrevista– me dice Lucas mirando a sus amigos, se sentía el odio en su cara. No entendía lo que intentaba decirme, seguro era una broma, pero se escuchó que lo decía muy enserio y con curiosidad. Los ignoro he intento salir pero Lucas me empuja hacia atrás.
–Tú no vas a ningún lado– dice Lucas, ya sabía que intentaba arreglar, lo que habíamos quedado en la entrada.

–Seguro quieres hacer esto aquí– les digo enojado, mi aspecto empezaba a cambiar, mi cara de confuso cambiaba a la de odio, por alguna razón me sentía seguro de lo que iba hacer y que le iba a dar una gran golpiza a los tres.

–chicos agárrenlo– dice Lucas, con una sonrisa malévola en su rostro, parecía que no era la primera vez que hacia esto. Sus amigos se acercaron a mí e intentaron agarrarme después de mucha insistencia lo lograron. Me agarraron uno de cada lado y entonces Lucas se acerca hasta quedar al frente de mí. –Publico difícil, Esto es para que no te metas con nosotros– dice Lucas, dándome un golpe en la mejilla izquierda.

El golpe en realidad no me dolió nada, solo sentí como si me hubieran empujado la mejilla o como un niño le pega a su padre, les sonrió sarcásticamente como si no hubiera pasado nada. Lucas y sus amigos se miran entre ellos, como si no les agradara la idea de verme como si nada.

–Eso es todo lo que ibas hacer, ¿rosarme la mejilla?– le dije sorprendido y sarcásticamente, yo también me había sorprendido demasiado, normalmente estos golpe te dejan la mejilla roja.

–agárrenlo más fuerte muchachos–dice Lucas aún más enojado y haciéndole seña con la cabeza a sus amigos, ya a él se le notaba el odio en su rostro, hasta que no se pudo contener más y suelta toda su ira contra mi golpeándome una y otra vez en el estómago.

Cada golpe que me da se puede notar que es más fuerte que el anterior, me esta tomando como si fuera su almohada para golpear cuando necesita controlarse, se ve que lo disfruta. Pero a mí, en cada golpe que me está dando, siento menos mi cuerpo y que no puedo controlar mi mente. Lucas seguía golpeando como si tampoco tuviera control. Hasta que llego el punto en que mis ojos empezaron a arder como si se estuvieran quemando. Hasta, que dejo de sentir mi cuerpo y pierdo el control de todo mi cuerpo y mente.

Mi cuerpo quita el agarre de los amigos de Lucas y los aparta empujándolos hacia atrás suficiente espacio para poder saltar hacia arriba sin problemas, una vez arriba pongo el cuerpo frente al suelo dando una patada con la pierna izquierda al chico que está a la derecha, la patada fue directa al pecho con la intención de golpearlo y dar el impulso necesario para girar. Con el impulso de la patada pude mantenerme en el aire y girar el cuerpo hacia el otro lado suficiente para dar otra patada. La pierna derecha agarro tanto impulso que el movimiento salió muy bien, dándole una patada muy fuerte en el cuello al chico que estaba a lado izquierdo, fue una patada muy fuerte que dejo al chico paralizado en el suelo, yo todavía seguía en el aire por la ultima patada. Mientras mi cuerpo cae hacia el suelo mis piernas se acercan a mi cabeza, para cuando mi espalda choca con el suelo pueda levantarme. Choque contra el suelo y mis piernas se impulsaron hacia arriba como si fuera un resorte, entonces cuando mi pierna izquierda toca el suelo salta lanzándose hacia Lucas.

Lucas abrió los ojos de par en par, estaba en blanco no entendía lo que pasaba, mi mano derecha también se lanzan hacia Lucas. Pero, a agarrar su cara, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera en el suelo, su cabeza choco con el suelo y mi pierna derecha de rodilla sobre Lucas. Pero alguien abre la puerta del baño que estaba muy cerca de mí y choca contra mi cabeza haciendo que yo también quedara inconsciente.

Cuando despierto estoy en mi casa, específicamente en el sillón de la sala acostado boca arriba.

–Que le pasa en los ojos– escucho que dice alguien, me sonó familiar era Helen. Supongo que Helen fue la que me trajo a mi casa. Mis ojos arden y además no puedo verla, veo como una neblina en la oscuridad buscando la luz.

–no lo sé, cuando lo encontré estaba peor– dice alguien, ese definitivamente era la voz de Maicol la reconocería a donde fuera, supongo que Helen y Maicol me trajeron a casa. Pero de que hablaban, hablaban sobre mis ojos, esto no me gusta para nada, no me sorprendería más nada ya, creí que no me pasaría más nada pero las cosas se están poniendo cada vez mayor.

–Que tengo, no puedo ver muy bien–digo asustado, me levanto lo más rápido que puedo del sillón, tapándome los ojos con mis manos y me dirijo hacia el baño que está más cerca, el baño de la cocina, creo que conozco muy bien mi casa que mi cuerpo sabe adónde esta cada cosa y en qué lugar dirigirme.

–creo que no sería lo apropiado en estos momentos, jay– me dice Maicol preocupado por lo que pueda hacer.

–No te preocupes, lo que pueda tener me tiene totalmente sin cuidado– miento, estas cosas ya no eran nada normales, si esto sigue creo que terminaré loco. Llego al baño, intento ver mis ojos en el espejo, pero no veo casi nada. Me quedo viendo un gran rato a ver si puedo ver un poco más, y definitivamente me estaba pasando algo en los ojos. Las escleróticas de mis ojos estaban rojas, como si estuviera peor que una persona que lleva mucho tiempo injiriendo drogas.

–que mierda me está pasando, que está pasando en realidad– digo por mis adentros. Una vez dicho esto, le doy un puchetazo al espejo para tranquilizarme.

Llega Maicol y Helen a donde yo estaba

–Te lo intentábamos advertir– dice Maicol, se le nota en la voz que también está asustado, Helen no ha podido decir ni una palabra desde cuando vio mis ojos.

–no es nada, mi madre llega a las 6:30, ¿qué hora es? – pregunto e intentando ver a Maicol y Helen que estaban en la puerta del baño. sabía que me había quedado inconsciente unas cuantas horas y estaba consiente de lo que había pasado. Gran paliza que le di a Lucas, pero definitivamente mi cuerpo no es de hacer esas acrobacias.

–6:10– dice Maicol mirando su reloj, supongo que era un reloj porque ví que alzaba su brazo izquierdo, definitivamente no había notado un reloj antes, lo cubría muy bien su chaleco de motociclista.

–bien, me pueden ayudar a buscar algo para quitarme esto rojo de mis ojos– digo, sobándome los ojos con mis manos y esperando que dijeran que sí.

–si claro, hay una farmacia a 1 km de tu casa. Yo iré, estamos a mano ¿no?– dice Maicol

–Si, a mano– le digo, suponiendo que hablaba de haberle aceptado que comieran conmigo, pero casi ni pude comer.

–no demoro, ahorita vengo por ti Helen– dice Maicol alzando la voz entusiasmado y saliendo de la casa.

–Te pasa algo jay, porque estas en ese estado– me dice Helen preocupada al verme confundido. Suena la moto de Maicol afuera, todavía no logro ver su moto, pero tiene que ser una belleza.

–no. creo que no, ayúdame a sentarme– le digo para que no se preocupara, sobándome los ojos con la mano derecha y perdiendo el equilibrio.

–está bien, eres raro lo sabes– me dice Helen, tomando rápidamente mis manos y apoyando mi mano derecha sobre sus hombros y agarrándome fuertemente por la cintura.

–si lo sé, últimamente me están pasando cosas raras, y lo raro se encuentra con lo raro no lo crees–le digo con una sonrisa e intentando que entendiera el chiste. Me siento en el sillón y Helen junto a mi y quitándome los brazos de sus hombros.

–bueno. Llegamos, porque nos dejaste solos en el restaurante. Te hubieras quedado con nosotros no te hubiera pasado nada–me dice Helen un poco enojada, para el poco tiempo que nos conocemos actúa con mucha autoridad. Yo solo la intento ver de reojos y le sonrió.

–soy raro me dijiste– le digo intentando desviar el tema.

–Esos trofeos todos son tuyos– me dice Helen después de un gran silencio.

–Cuales trofeos–le digo confundido, no recuerdo que haya ganado concursos, competencias o algo por el estilo. Enserio necesito ver ya, talvez pueda encontrar pistas en fotos y me haga recordar algo.

experimento 1Where stories live. Discover now