• Inhumano;

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-¿No irás a trabajar?

Aquella pregunta por parte de su hermana, hizo que dejara de dar pequeños sorbos a la taza de café qué se encontraba entre sus manos. Era verdad, ese día debía de seguir atendiendo a una mujer que llevaba un mes internada en el hospital.

Su caso iba de mal a peor, su cáncer de pulmón se había extendido tanto que otra cirugía más, sólo sería lastimarla más de lo que estaba.

No debía de seguir haciéndose tonto en cosas sin sentido. Tendría tiempo de estar bebiendo café en el hospital mientras seguía al pendiente de ella. Así podría encontrar alguna prueba de hacerla vivir por más tiempo.

Dejó sus cosas mientras se ponía de pie, alcanzando su portafolio y sacó en el camino, ante la atenta mirada de su mayor quien se hallaba de visita en esa mañana. Le agradecía que está se hubiera tomado la molestia de hacer el desayuno, pero tenía prisa. Quizás al regresar en la noche, lo pondría a calentar para no desperdiciar la comida.

-¿Cuando vas a tener una pareja?

La misma pregunta que le hacía cada vez que iba a verlo. Sabía que era raro que no dijera nada al respecto hasta ese momento.

Giró a verla, negando un poco al terminar de acomodarse su saco.

Eran sus emociones, además, no tenía tiempo para salir con otras personas, ni darse el gusto de conocerlas, ya que su trabajo era demasiado importante que andar jugando a la pareja feliz, cuando era obvio que su trabajo iba a poner solamente trabas en una relación por los horarios indefinidos. Podría ser que en cualquier cosa, lo llamaran para regresar al hospital, siempre hacían lo mismo. Incluso ignoraba los coqueteos de algunas pacientes, también de las enfermeras quienes movían sus pestañas de forma rápida ante cada parpadeo cuando les hablaba, no entendía ese tipo de coqueteo, hacer eso era inutil, inmaduro.

-Vas a cumplir 30 años, y no estás casado, ni hijos. Yo tengo 35 y lo estoy...

-Ahra, ya hemos hablado de esto.

-Si, pero mi hermano necesita a alguien para sentirse completo.

-Estar sólo es suficiente para sentirse completo.

-Pero en soledad.

- Soy feliz en mi soledad. -Respondió a la vez de recibir una mala mirada por parte de su hermana.

No estaba dispuesto a ponerse hablar sobre sus relaciones. Además, sabía que la contraria sacaría un tema que odiaba: Citas.

-Bueno, me tengo que ir.

-¿Quieres que preparé la cena?

-Solo pon el desayuno en el horno, yo vendré a calentarlo.

-Imposible, me lo comeré yo -ella susurró a la vez de sentarse enfrente del que era su plato, así giró a verle-. Te preparé la cena y la dejaré en el horno.

-Eres una necia. - murmuró a la vez de sonreír, y siendo correspondido por ella.- Nos veremos otro día, Arha.

-No olvides conocer a alguien.

-Si, si.

Murmuró otra vez mientras rodaba un poco sus ojos para que está se diera cuenta de su desinterés. Así terminó saliendo a la cochera para poder dejar sus cosas en la parte de los asientos traseros, seguido de ir al copiloto.

¿El conocer a alguien? Ni que fuera la misma reina de belleza quien lo fuera a hacer caer. Él no estaba dispuesto a compartir su vida con alguien más. Las personas eran ambiciosas, sólo se fijaban en su dinero, no en otra cosa, ni siquiera en su sonrisa bonita que según todos decían que tenía.

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