La Futbolista ║ Anécdotas

Bailemos

Ya había pasado algún tiempo desde que Mauro se había ido, ya andaba mucho mejor pero había veces en las que ni yo me soportaba.
-Anda muñeca, no estés triste -
-Alexis, no tengo ganas de nada -
-Mujer, vencimos al Madrid, vamos a festejar -
-¿Y qué con eso? -
-Ehh... anotaste un gol...-
-¡Bahh! -
-¡Andaaa muñeee!-
Entonces me tomó de las manos, me paró y comenzó a bailar. Yo desganada pero Alexis estaba muy feliz y no quise arruinar eso entonces comencé a bailar con él.
-Pon algo de bachata - le dijo Alexis a Dani
-A sus órdenes jefe - gritó Dani y en seguida puso bachata
-Nadine, te hablan - gritó Xavi en la puerta
Entoces dejé de bailar con Alexis y fui hacia la puerta
-Gonzalo -
-Nadine, hola -
Me saludó de beso en la mejilla
-¿Cómo andas?- preguntó
-Bien - respondí
-Oye... quisiera que salieramos hoy ¿te parece? -
Era momento de olvidar a Mauro, claro que sí.
-Sí, perfecto, nos dieron el resto de hoy y mañana libre -
-Perfecto, entonces te espero en la salida -
-Perfecto -

-Okay, pero cuídate mucho, yo estaré en el hotel - me dijo Puyi
-Y me llamas cuando llegues a donde sea que vayas - dijo Xavi
-Te llevas un suéter - dijo Iniesta
-¿Quieren ir conmigo? - dije sarcástica y desganada pero ellos sabían que estaba bromeando
-¡Ya! Andáte que Pipita es muy desesperado - me dijo mi Jefecito Masche
-¡Bye!- les grité

-Sos relinda, Nadine - me dijo al oido por la musica fuerte
-Gracias - dije coqueteándole
Entonces un mechón de cabello fué retirado de mi rostro por Gonzalo, aproveché el tacto de su mano y mi cara la moví para que quedara justo en su palma, al sentirla cerré los ojos y Gonzalo como si leyera mis pensamientos comenzó a acariciar mi mejilla. Puse mi mano en su pierna, él puso su otro brazo en el respaldo del sillón y asi pude recargar mi cara en su fuerte brazo. Entonces pasó de acariciar mi cara a mis labios, volví a cerrar mis ojos. Sentí que se acercó más a mi y me puse algo nerviosa.
-Me encantás - dijo en mi oreja
-Me encantas también - le dije
Entonces se acercó más a mi, a mis labios y luego nos besamos.
Ese hermoso beso, Gonzalo, aún lo recuerdo. Tus dulces labios, tu perfume que creo aún usas, tus caricias Gonzalo.