Sí, y qué #1

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—Ricardo... Ricardo... Ricardoooooo...
—¿Qué? —bajito, susurrado casi.
—Ricardo, ¡por Dios!
—¿Qué, mamá?
—¡Los zapatos!
—Los zapatos, sí, uno se los pone en los pies.
—¡Ricardo!
—¡Pero bueno, mamá!
—¡Los dejaste tirados en la sala!
—¡Ay, ya voy!
—¡Recógelos ya!
—¡Ya voyyyyy!
—¡Además huelen horrible! ¡Foooo!
—¡Ay, mamá, deja ya la cosa!


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La mamá de Ricardo no le dio tiempo de salir del cuarto.
Ya estaba allí, en la puerta, con los zapatos en la mano
y con una cara de asco que no era posible medir de ninguna manera en este mundo. Sostenía aquel par de zapatos como si sostuviera alacranes, o bolsas llena de pupú... En fin, su mamá dejó caer los zapatos y luego...

—¡Y en el baño, dejaste la toalla tirada, chico! ¡¿Hasta cuándo?! ¡Te he dicho mil veces que acomodes la toalla bien en su toallero, pero tú nada, Ricardo. ¿Hasta cuándo Ricardo? Ya eres un muchacho grande, deberías tener un poquito de orden...

—¡Ay mamá, ya lo iba a hacer, deja!
—¡Ya estás grande, muchacho!
—¡Mamá, ya!

En esos momentos a Ricardo le provocaba ponerse a llorar y gritar desesperado; le provocaba incluso meterse bajo la cama y comenzar a cantar a viva voz cualquier cosa. En esos momentos se sentía como un niño, y en verdad él no quería sentirse así, pero su mamá era todo una experta en el arte de sacarlo de quicio y lanzarlo al barranco más profundo de la desesperación. No paraba de hablar, de reclamarle, de llamarle la atención por cualquier cosa.

 Era realmente insoportable.

—¡Y mira tú, acá en tu cuarto, mira el cuarto, míralo bien, qué desastre! ¡Dejaste los pantalones tirados en el piso, Ricardo, y no te has cambiado la franela del colegio, Ricardo! ¡Ay, no Ricardo, ay no!
—¡Mamá, ya!
—¡Recoge el pantalón y ponlo en la cesta de la ropa sucia!Ricardo se puso de pie de un salto, agarró el pantalón y lo arrojó a la cesta.
—¡Y cámbiate la franela del colegio!Su mamá se dio media vuelta y se fue.Y de nuevo esas ganas de gritar, de tirar cosas al piso, de ponerse enteramente bestia. Aunque también, ya lo dijimos, había sentido ganas de llorar, de volver a ser un niñito,
de lanzarse a los brazos de su madre y decirle mami ya no me regañes tanto, que yo sé que ando como loco pero son cosas de la edad digo yo, no sé muy bien qué me pasa mami, acéptame mami, que yo te quiero mami linda tal cual eres. Mamimamimami.Ya un poco más calmado, rió para sus adentros, de sí mismo se rió. La cosa no era para tanto. ¿O sí? Cónchale, es que a veces sus sentimientos le hacían malas pasadas. De alguna parte le salía como una necesidad, o una vocecita, así como de niñito, sí, como de niñito, y todo se le echaba a perder y comenzaba a sentirse un poco derrotado, y avergonzado, no sabía de qué, pero así se sentía.Se sacudió la cabeza mentalmente, y volvió a lo suyo, en este caso, al juego en la computadora, la última versión de Dota. Allí lo esperaban sus amigos, allí estaban Fernando (Fer), Luis y otros cuantos más. ¡Pues vamos!, a destruir Ancestros en ese mundo donde él, Ricardo, era un héroe, un duro, un tipo astuto y sanguinario.


Y donde no había mamás que lo fastidiaran por haber dejado tirado sus zapatos.
 Además, ahora sí que habían llegado las vacaciones, y él no pensaba hacer nada, absolutamente nada que tuviera que ver con deberes de la escuela, ni de casa ni de nada que se le parezca. Había estudiado, se había fajado, y se merecía, definitivamente se merecía un descanso. Ese descanso implicaba que Ricardo tenía todo el derecho del mundo a ser flojo por un buen rato. Dormiría hasta tarde, envuelto en un nido de sábanas.
 Sí, y qué.
No llenaría la jarra del agua, y la dejaría vacía en la nevera.
 Sí, y qué.
No alzaría la tapa del sanitario para hacer pipí.
Sí, y qué.
Dejaría sus zapatos tirados en la sala.
Sí, y qué.
No recogería la ropa en su cuarto.
 SÍ, Y QUÉ.
Esa era su definitiva, categórica y suprema consigna, escrita en una enorme pancarta en su frente, en la puerta de su cuarto, en la puerta de entrada del apartamento, en la parte más alta del edificio, hasta en los árboles del parquecito de su urbanización. Él, Ricardo, sería el ser más vago y más feliz de la tierra.

¡¡¡Sí Y QUEEEEEEÉ!!!.

Gracias por leer, voten y sigo escribiendo.

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⏰ Last updated: Jan 28, 2018 ⏰

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