II- Si me voy, Cuídala

2.1K 161 28
                                    

¡Adorados lectores!
Mil gracias a todos por su apoyo en el primer capítulo. Me hicieron inmensamente feliz.

Me emocioné de más y aquí les tengo el siguiente capítulo, espero disfruten su lectura.

GC MOON
Enero 27, 2018

GC MOONEnero 27, 2018

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Si me voy, Cuídala-

"Se necesita tristeza para conocer la felicidad, ruido para apreciar el silencio, y ausencia para valorar la presencia"

La tensión en el lugar era tan evidente como palpable, el ambiente era pesado, hostil, y penetrante, tanto que se podía observar los hombros alzados ligeramente, la mandíbula tensa, el ceño fruncido, y las miradas amenazantes, todo era reflejo de la situación en la que se encontraban, debían tomar una decisión, y ninguno parecía ceder.

-No- se escuchó la penetrante voz masculina llenando aquel lugar por completo, intimidando a todos los presentes.

-Señor, sé que es complicada esta situación. - Intentaba calmar al Taisho mayor, el platinado alzó una ceja haciéndolo sudar frío y el anciano agregó -pero, es necesario que se cumpla esta cláusula- explicaba nerviosamente el pequeño, calvo y viejo abogado.

-No necesito de ella para hacerlo- Dirigió su mirada en dirección de aquella colérica joven azabache, la cual, tenía el ceño fruncido y las manos cerradas en puño.

-Y a mí no me interesa hacerlo con él, soy capaz de lograrlo sola. - Alegó firme ante sus palabras.

Miraba con desdén a la imponente figura que se encontraba a escasos pasos de su lugar, pero no se dejaría intimidar por él, sabía que eso era lo que deseaba, incluso creyó haber mirado una pequeña sonrisa burlona, la cual decidió ignorar.

Ese era el motivo por el cual Kagome deseaba no estar ahí, odiaba la idea de tener que verlo, desde que escuchó su voz antes de entrar estaba decidida a ignorarlo, pero estaba ahí para tratar de tener una calmada 'conversación' y peor aún, ahora se encontraba involucrada en una 'negociación' con ese hombre arrogante; eso era un reto y todo un dolor de cabeza, pero, estaba ahí, tenía un propósito, así que en contra de su voluntad acudió a la cita, a pesar de que debía tratar con el maldito engreído.

El abogado decidió intervenir rápidamente antes de que estallara la guerra que parecía tan evidente ahora, el pobre anciano se sentía al límite y trató de explicar mejor la situación. Aclaró su garganta y habló.

-Comprendo que ambos estén en desacuerdo, pero el testamento no es flexible en esta condición- levantó sus pequeños lentes acomodándolos correctamente como reflejo de su nerviosismo.

-Si no acepta una de las partes, ¿qué sucede? - preguntó la joven de ojos azules con miedo de escuchar la respuesta, recibiendo las miradas de ambos hombres; una considerablemente más pesada y penetrante.

Yo Cuidaré De TíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora