[ CF ] Case file ;; Supeapi fic's

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Tomó una foto del niño y su típica cajetilla de cigarrillos, guardándola en uno de sus grandes bolsillos. Mientras que su pelirroja acompañante llevaba en brazos una carpeta con varios papeles, dichos papeles no le importaban y tampoco los necesitaba como para resolver aquél serio caso.

No tuvieron que pasar muchos minutos para que ambos jóvenes se encontrasen en el auto de Valencia, él en el asiento del copiloto y ella en el asiento de al lado, rebuscando en la carpeta, verificando que estaban todos los papeles necesarios.

- Me sorprende mucho que con tan sólo diecisiete años, estés aquí y seas una de las mejores. -comentó el de cabellos castaños, llevando la mirada lentamente hacia Maddie, quién seguía concentrada en esos papeles.

Pudo observar como a la menor se le dibujaba una agradable sonrisa en el rostro, aquél comentario le había agradado tanto que se podría decir que la dejó sin palabras.

- D-d-deberías a-aprender de mí. -replicó entre casi un tono bajo, dejando escapar una pequeña risita, el mayor simplemente, acarició su despeinado cabello, regalándole una sonrisa burlona.

- Meh, ni ganas. -respondió simple.

(. . .)

Ambos tendrían aquella plática, sólo que Jorge estaría al mandato y su compañera estaría mayormente escuchando, quizá también tomando apuntes de los detalles que surgiesen o husmeando en el hogar de la madre de la señora Johnson.

- No puedo creer que estuvieses todo el camino escuchando Ghostbusters. -comentó Valencia al salir del auto, sabiendo que habían llegado a donde querían, caminando hacia donde Maddie con intención de ayudarla a bajar como todo buen caballero o amigo.

- No puedo creer que no te guste esa canción. -la menor aceptó la mano del contrario al apenas mirarla, sonriéndose con burla.- Perdón por querer vivir mi vida.

- Ves muchos memes. -Maddie escuchó un suspiro pesado luego de aquél comentario.

- ¿Por qué crees que llego tarde siempre? ¿Crees que me masturbo?

- Agh.

(. . .)

Ya llevaban un buen rato caminando, a ninguno de los dos jóvenes les gustaba las caminatas largas, los autos y sacar la cabeza por sus ventanas era lo de ellos, no esto. Podrían haber tomado el auto e ir con él, si no fuese por el hecho de que había una especie de parque en medio (tal vez pertenecía a, como la llamaba Jorge, anciana) y por respeto, no podían hacer nada para atravesarlo más que caminar.