IV.Please Kiss me Again...

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El Caribeño se tocó lentamente los labios e inconcientemente soltó un suspiro, igual que una adolescente enamorada de las que aparecen en las peliculas de romance.( N.A.Muy cliché lo se)

Al parecer estaba Indefenso, y era algo que en realidad no podía negar.

Su corazón latía muy rapido hasta llegar al punto de querer explotar.

Decidió irse y cuando pasaba por las oficinas se encontró con un Madison enterrado entre una pila de papeles.

-¿Madison?-preguntó agarrando un boligráfo para comenzar a darle toques en la espalda con él, al ver que no reaccionaba preguntó-¿Estás Muerto?-Madison respondió con un gruñido.

Madison estaba en un mal estado... al parecer se encontraba enfermo... con una fiebre muy alta, una tos indomable, un ligero temblor en sus manos y piernas, y otra vez la tos.

-¿Te llevo a tu casa?-preguntó nuestro amado caribeño a su contrario y este soltó otro gruñido levantandose para ir con él...ocurrentemente pensando que su contrario era su mejor amigo Thomas Jefferson.

Subió a madison en su auto que ironicamente es de color verde oscuro-A ver...-Alexander le checó la temperatura-V**ga, estas ardiendo Madison-Dijo para remover su mano de la frente del contrario y comenzar a manejar.

-...-hubo un silencio totalmente incómodo para ambos...y para la mala suerte de Hamilton...Madison se había dormido y claro este tierno niño no le había preguntado a Madison donde vivía, así que lo llevo a la casa que compartía con el francés y el sastre, bueno, no sin antes pasar a la farmacia por los medicamentos necesarios para el cuidado del moreno para así seguir manejando hacia su hogar.

Al llegar no había nadie en casa, a excepción del pequeño Georges quién debería estar durmiendo ahora.

Llevó a Madison a su habitación y lo dejó en la cama, no sin antes quejarse de su peso -Estás muy pesado- le checó de nuevo la temperatura y fue a la cocina por un poco de hielo encontrandose con Georges -Hola-Dijo el caribeño al pequeño-Hola-Dijo el menor de edad para tomar un vaso con agua e irse a la habitación que estaba ocupando.

Alexander solo se alejó con una bolsa de hielos y se dirigió a su habitación con cuidado para no molestar al pequeño francés, colocó la bolsa de hielos en la frente del sureño y al verlo con demasiada fiebre no evitó asustarse al recordar que su madre había estado en la misma situación hace años, pero ellos no contaban con recursos necesarios o simplemente un seguro.

Hamilton sacó un frasco de Paracetamol de la bolsa de plástico e hizó que Madison lo tomara, para así disminuir la fiebre constantemente cada 8 horas hasta el siguiente día.

Por otro lado, Thomas... estaba preocupado por su mejor amigo, ya que, este no había regresado a casa y eso lo mantenía distraído por el resto del día.

-Jefferson-dijo el editor en jefe James Monroe-¡JEFFERSON!-esta vez Monroe comenzó a gritarle-¿Eh?...¿Sí?-preguntó mientras intentaba regresar su atención al trabajo-Señor Jefferson...¿Cuantas copias cree que se deban imprimir del nuevo libro de Hamilton?-preguntó Monroe un poco más calmado, al parecer estaba en una de esas juntas de editorial-...¿200,000?-solo se escuchó un ligero y a la vez burlón "Ha" por parte de la Jefa de Ventas, Elizabeth Schuyler quién también es la Ex esposa y Mejor Amiga del caribeño(N.A...esa ni yo me la ví venir)-Señor  Jefferson...Eso es muy poco comparado con las ventas de los años posteriores a este...le recomiendo que preste más atención-dicho esto se sentó y dejo que el Jefe del departamento de Pedidos  hablará para reclamar acerca de la cifra-Señor Jefferson...¡No estamos para juegos! Proponemos 300,000 copias-dijo con unos pocos aires de grandeza...poco a poco se comenzó a formar un debate caótico haciendo que el sureño perdiera la poca cordura que tenía-¡800,000 COPIAS!-Dijo ya alterado a lo que el Jefe de Pedidos y la Jefa de Ventas gritaron al mismo tiempo-¡ESO YA ES MUCHO!-y así siguieron toda la mañana.

Al final...decidieron imprimir 800,000 copias del libro...

Mientras tanto con nuestro lindo chico del caribe...

Madison comenzaba a sentirse mejor y se sorprendió al visualizar a un lindo inmigrante dormido en una silla al lado suyo y de repente un leve tono carmesí reinó en sus mejillas poco a poco mientras admiraba el tierno rostro del menor.

Se levantó dispuesto a tomar su telefóno y llamar a su mejor amigo, quién seguramente debe estar muy preocupado.

-¿Hola?-preguntó James por el telefóno- ¿Hola?, ¿Madison?-está vez fue Thomas quién cuestionó por la línea-Sí, soy yo...-mencionó uno de los virginianos-Ah...me alegro...¡Me tenías preocupado, Jemmy!-el sureño suspiró-Lo se, y sabes que no me gusta que me digas Jemmy-dijo ya con un tono molesto-Bueno, tengo que colgar ¡Adiós James!-se despidió el de cabello rizado gracias a que la compañia no le permite atender llamadas privadas en la institución, James guardo su telefóno en su maletín el cuál "Misteriosamente" fue traído junto con él a la casa de dicho escritor-¿Madison?, ¿Ya te sientes mucho mejor?-Preguntó un tierno y preocupado caribeño a su contrario quién solo asintió de la vergüenza que le hacía sentir el chico que tenía justo en frente de él.

-¿E...eh?...Sí-dijo intentando no tartamudear y ocultando a la perfección su rostro completamente sonrojado.

-...Que bien-dijo Alex mientras que una sonrisa se formaba lentamente en sus labios y dejaba Indefenso al mayor con solo una inocente y linda mirada.

-¿Te llevo al trabajo?- preguntó el caribeño con un tono amable y sincero-s..si no es m...molestia-tartamudeó James-Claro-sonrió de nuevo Alexander.

Cuando Hamilton estaba manejando se pudó sentir el mismo silencio incomódo de ayer en la noche y el caribeño decidió romperlo-¿De que escritor o escritora estás a cargo?-preguntó a lo que inmediatamente fue respondido-Aaron Burr-Alexander se sorprendió al escuchar el nombre de su amigo-y...¿Cuál es el género de sus libros?-cuestionó con un leve tono de curiosidad en su voz-Romance-y eso lo impresionó aún más.

Y un recuerdo fugaz cruzó por su mente...en la secundaria, Burr era conocido por las chicas por ser alguien coqueto, romántico y claro más social con las chicas de su entorno.

Hamilton rió un poco, para así seguir platicando durante el camino con Madison.

Jefferson, él se había calmado un poco tras haber recibido la llamada de Madison está mañana...y ahora tenía otra preocupación...Su Escritor... a quién claro él tiene que supervisar.

Entonces recordó el beso de anoche con SU ESCRITOR, se relamió los labios y sonrió satisfactoriamente para sí mismo...recordando la perfecta combinación agridulce que emanaba de los labios del caribeño.

Visualizó a lo lejos a su mejor amigo, quién solo llegó y se sentó en el escritorio con la ayuda del caribeño, ya que, seguía debíl y debía tener cuidado.

Jefferson se acercó y lo saludó de una forma amistosa, como siempre, haciendo que Alexander un poco incómodo se  dirigiera al elevador.

Thomas lo siguió...

Lo alcanzó...

Y...
































Inmediatamente lo besó...

Ese día Alexander escribió algo que tal vez no debió.

-Por favor, Besame de nuevo-.

My Boy♡[Jamilton]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora