Regreso a clases.

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Todos regresamos a casa, mamá y papá no dijeron ninguna palabra por el camino, hasta que llegamos, se mostraban muy preocupados, les dije que estaba bien, intercambiaron miradas y permitieron que fuera a dormir.
Pero no dormí, estuve recordando, cuando se abrieron las puertas y todos quedaron en shock, después llegaron más policías e interrogaron a varias personas.
Las clases seguían suspendidas, al parecer iban a desobedecer al asesino, tal vez no creen que pueda pasar algo peor.
Aún miraba las expresiones de terror en los alumnos y sus padres, pobres de ellos como superarían todos aquello.

El resto de la semana fue aburrido, estuve dibujando y mirando series, mamá y papá habían tratado de conversar conmigo, creen que estoy afectada por las muertes, hasta pensaron en un psicólogo, pero ya les he repetido que estoy bien.

Durante las tardes he ido al parque en donde diariamente me he encontrado con algunos compañeros de clase, y a decir verdad, ha sido bastante raro, pues me miran bastante, de hecho, he observado al gran grupo de chicos importantes con otros marginados sin pelear, o hacerlos sentir mal.
Aún no han logrado conseguir un director nuevo, y la subdirectora va todos los días al colegio, algunos alumnos han sido interrogados y otros simplemente no superan lo sucedido.

Por las calles hay reporteros, periodistas o fotógrafos, cada día los asesinatos parecen volverse a cometer, los recuerdan constantemente pero no se sabe algo más, no hay indicios, no hay pistas que conduzcan a algo.

Al principio se pensó que Gally y Malcom estaban en asuntos malos, pero dadas las muertes siguientes, estás hipótesis se ponen en duda y más por los mensajes que se ponían en algunos de los asesinos y que los cuerpos de esas víctimas dieran la impresión de que su asesino los hubiera exprimido como a una naranja y que a todos les faltará alguna parte de su cuerpo, aunque al menos ya las encontraron, o mejor dicho el asesino ya las entrego, creo que eso fue realmente asqueroso.

Los profesores nos habían mandado algunos trabajos, y los entregábamos dos días después, el profesor de filosofía pidió que hiciéramos lectura de dos libros para después entregar un ensayo, también pidió dos textos y poemas, que no me entregó después de revisarlos, pues me dijo que eran muy profundos y habían quedado impresionantes, quería volverlos a leer.

Después de tres semanas, finalmente, las clases iniciaban, la subdirectora había hablado con los padres de familia asegurándoles que todo iría bien, habría policías en las puertas y salones más alejados haciendo guardia, no habría de que preocuparse.

El lunes por la mañana, estaba lista para la escuela.
Cuando pase la puerta, todo regreso a la normalidad, alumnos jugando, hablando, todo parecía normal, hasta que mire al cielo que se tornaba gris, los árboles ya eran verdes más fuerte y el pasto no estaba húmedo, preste más atención y todos los alumnos conversaban entre sí, no había grupos, los marginados ahora platicaban y entonces paso algo extraño:
-Hola, ¿como estas?- Julia estaba justo enfrente de mi, y me había dirigido la palabra, no le contesté y camine aún más prisa, estaba aturdida.

Entre a clase de matemáticas y todos los alumnos que se encontraban me miraron, algunos me dieron una sonrisa amigable, simplemente los ignore y me senté, no procesaba lo que estaba pasando.

El resto de las clases pasaron así, y cada vez me sentía más incómoda, en la última clase la directora tocó la puerta y paso:
-Disculpe por interrumpir su clase profesor, me podría permitir a una alumna-
-Esta bien, señorita, ¿A quién necesita?- Dijo el profesor.
-A la señorita Darnell, por favor-
Sentí nuevamente las miradas en mi, me levanté de la silla, tome mi mochila y salí a la dirección, guiada por la subdirectora, no estaba nerviosa, pero me preguntaba para que me necesitaba.

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⏰ Última actualización: Feb 02, 2018 ⏰

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