"El omega perfecto es el que tiene el Corazón brillante"

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Harry Styles tiene cuatro preciosos omegas que lo han acompañado a lo largo de toda su vida. Zayn tiene las pestañas más lindas y rizadas de toda Europa y con su mirada obtiene lo que quiere de Harry. Liam es el más atractivo de todos, músculos en todo su cuerpo tam varonil que costaría creer que es un omega. La piel de Niall es la más blanca y tersa de todas con un olor siempre a rosas y dispuesta a marcarse. Finalmente está Louis, él es el menos querido por Harry a pesar de haber sido dotado con un cuerpo curvilíneo tallado en mármol por los mismos dioses y un par de zafiros azules como ojos.

Harry ama a los cuatro pero su favorito no es el castaño de ojos azules a pesar de que todos tienen las mismas joyas y objetos valiosos. Viven en el castillo de la familia Styles atendidos por sirvientes que les dan baños calientes, tejen perlas en sus cabellos y confeccionan ropas preciosas desde vestidos refinados hasta trajes de gala a medida. Jamás tuvo hijos, porque su descendencia no le permitía y su Dinastía estaba destinada a morir con él y sus cuatro omegas. Sin embargo eso nunca le dio pesares.

Harry Styles y sus omegas lo tenían todo, pero la vida es tan compleja que de un momento a otro, todo cambió.

El Styles Alfa fue diagnosticado con una terrible enfermedad terminal que en pocos meses lo llevó al borde de la muerte. Sus omegas cuidaban de él y nunca le dejaban sólo pero cuando su muerte estaba cerca y sus posibilidades de vida eran nulas el alfombrado deseaba saber quienes lo acompañarian en ese viaje eterno.

-Zayn ¿Me amas?

-Claro que si.

-Zayn ¿Cuando yo muera morirás conmigo?.

-No. Perdóname, amor, pero no estoy dispuesto a quedarme solo y mucho menos a morir cuando soy tan joven.

Con el corazón destrozado el alfa dejó ir a su omega favorito esa misma tarde, se empacaron sus cosas y lo obsequió a su amigo Lord Sheeran. A continuación llamó a su omega más guapo y le hizo la misma pregunta.

-Liam ¿Me amas?

-Si, incondicionalmente.

-Liam ¿Cuando yo muera, morirás conmigo?

-No, perdoname cariño, pero cuando mueras yo planeo casarme con alguien más. El Príncipe Luke de Gales ha mostrado interés en mi hace unos meses.

Su corazón se rompió por segunda vez y con el dolor de perder a su omega más atractivo, hizo empacar sus cosas y fue enviado a Gales con su amigo El Principe Luke. Con temor a que una decepción más dictara su muerte ese mismo día, mandó a llamar a Niall su omega de piel hermosa.

-Niall ¿Me amas?

-Si, más que a mi mismo.

-Niall ¿Cuando yo muera, morirás conmigo?

-No, perdoname dulzura, pero cuando tu mueras yo planeo regresar con mi familia a Irlanda y retomar mi lugar como un Duque.

Sus cosas ya estaban empacadas, el mismo omega había ordenado aquella acción seguro de que ese día partiría a su destino como un noble en donde siempre debió estar. Harry se encontraba abatido, dudando su de verdad estaba dispuesto a sufrir un último golpe bajo que lo llevara a la muerte ya que después de todo solo era cuestión de días para que siguiera su camino allá arriba en el orden divino de las cosas. Llamó a Louis, su omega menos favorito y con voz temblorosa casi rota le hizo la misma pregunta.

-Louis ¿Me amas?

-¿Acaso lo dudas?

-No es de buena educación responder a una pregunta con otra pregunta.

-Es de mala educación no confiar en los sentimientos de quienes se supone te aman.

-Me amas. -afirmó.

-Nunca podría crear un sentimiento diferente hacia ti.

-Louis ¿Cuando yo muera morirás conmigo?

-Claro que si Harry. Soy tu omega y eres mi alfas y estaremos juntos en la vida y en la muerte.

Harry dejó caer una lágrima por su mejilla cuando la impotencia de la vida y el remordimiento de no haber amado a quien lo amó lo golpearon. Cuando la culpa de amar a quienes no lo querían realmente llenó su vacío y rompió su corazón que en ese instante había sido sanado por su omega menos favorito de azul mirada profundo, piel cobriza, cuerpo perfecto y piel de ángel. Entendió en su lecho de muerte que el amor existe en donde menos lo buscas. Con el dolor de no poder amar a Louis por más tiempo a como debió hacerlo, tomó su pequeña y tibia mano entre sus falanges frías, dejó un beso en el dorso y susurro el Te Amo más sincero jamas había salido de sus labios. Ahí, la posibilidad de todas las posibilidades lo arrancó del mundo terrenal del que pocos segundos después se despidió Louis con una daga de plata en el corazón para poder reunirse con su alfa en la eternidad.

Larry's LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora