VIII. Vicecomandante

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Nota: Si desea una mejor experiencia mientras leé este capítulo le recomiendo que escuche "Win - jarel perry"

-Vicecomandante... - suspire - creo que debemos hacer algo antes de continuar - lo aparte un poco y me baje de la mesa -

Hijikata estaba recuperando el aliento mientras te seguía con la mirada...

Mordi mi labio suavemente y me acerque para cerrar la puerta - Ahora el lugar es seguro... Vicecomandante - sonrei -

(...) paso sus brazos por el cuello de hijikata, lo beso el le correspondio y se dejaron caer en el futón, a pesar de que el golpe fue fuerte eso no fue motivo para separarlos.

Hijikata tomo tus manos dejandolas por encima de tu cabeza.

Esa visita era la mejor, quería que ese momento durará para siempre.


Deslizó el obi haciendo que el yukata fuera mas facil de quitar.

-No creía que fuera un sádico, vicecomandante - sonrei de lado -

-Quiza lo sea - devolvio la sonrisa y bajo sus besos por tu cuello -

(...) solto un par de suspiros, y subio una de sus piernas a un costado de hijikata, y la sujeto con la mano que tenía libre.

Sus besos bajaron cada vez más y se levanto un poco puso sus manos en tus caderas haciendo que te sentaras sobre sus piernas, quito con delicadeza el yukata y mientras que besaba cada centímetros de tu piel...

La chica no desaprovecho el momento y se deshizo de la ropa de su acompañante ahora ambos estaban en ropa anterior.

-Que pasa? - lo mire puesto se había detenido -

-Son demasiado complicados los broches del sostén - suspiro molesto, poco después logro soltar aquel molesto broche liberando los enormes pechos de la chica, volvio a recostarla sobre el futón - Estas segura de que quieres continuar con esto? - se detuvo y te miro -

-Estoy completamente segura - acaricie su mejilla - Además ya llegamos hasta este punto... No hay vuelta atrás vicecomandante - lo jale hacia mi y lo bese -

Hijikata al recibir esa respuesta termino de deshacerse de la poca ropa que les quedaba a ambos y entro de una estocada la chica se aferro a su espalda, poco a poco comenzó a aumentar la velocidad tanto como su fuerza le encantaba escucharla, aunque en algunas veces ella arañó su espalda...

-Hijikata... Ya no puedo - me aferre a el mientras soltaba un par de gemidos -

No tardaron en llegar al climax, estaban rogando porque no les hubieran escuchado, al final fue tanto el placer que se olvidaron de los demás...

Me puse la ropa interior y me recoste un poco - Puedo preguntar algo? - lo mire -

-Adelante - dijo mientras se vestía -

-Porque el otro día, no me detuviste? - lo mire -

-Ya estabamos bastante ebrios los dos, si iba a hacerlo quería estar en mis 5 sentidos - sonrei encantadoramente -

-A donde vas ya me abandonas? - lo segui con la mirada -

-No ire por algo de beber, quieres algo? - te miro -

-Una botella de agua, estaría perfecto - sonrei -

-Entendido, ahora vuelvo - sonrio y poco después regreso con 2 botellas de agua - toma - te paso una botella de agua - por cierto cuanto tiempo tiene la cicatriz que tienes en el abdomen? - te miro -

-Me la hicieron el día en que intentaron asesinarme - abri la botella y bebi un poco - que hora es? - lo mire -

-Van a ser las diez, ya no hay nadie en las aguas termales - dijo hijikata - deberiamos ir un rato -

-Es la mejor idea que has tenido - me puse de nuevo el yukata y me levante - vamos -

Ambos fueron a las aguas termales, se cambiaron y entraron.

-No podemos dejar que se enteren de lo que paso - dijo hijikata -

-Nadie va a enterarse, esto se quedara solo entre nosotros - me acerque y lo bese -

-Podrían dejar de hacer eso aqui, estas aguas termales son para gente decente - dijo el permanetado quien solo llevaba una toalla en la cintura -

Hijikata de inmediato cubrio tus ojos - No pudiste venir en otro momento -

Adicción (hijikata y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora