Yes or No | Adaptación Flutterdash

O11

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Las dos chicas, después de unos cuantos minutos habían vuelto empapadas a su cuarto, además con mucho frío. Y sin antes olvidarse de cambiar sus ropas, ambas se sentaron en la cama para poder secarse un poco el cabello, aunque el de Fluttershy ya estaba del todo seco.

Entonces la pelirosada, con una toalla comenzó a secar el desgreñado cabello arcoiris de Rainbow, mientras observaba el magenta de sus ojos sin decirle absolutamente nada. Pues se sentía nerviosa, más con el silencio que había en la habitación y sobretodo porque no sabía que decir, debido a eso no pudo evitar detenerse y desviar la mirada con algo de pena.

Varias veces habían estado en silencio juntas, pero esta vez se sentía diferente para ambas, aunque Rainbow no se veía para nada nerviosa a diferencia de Fluttershy, quien trataba de calmarse ante tal momento.

Luego Fluttershy se arrodillo en la cama intentando dejar sus nervios de lado para continuar con lo que hacía, secando con delicadeza el cabello de Rainbow, sin darse cuenta de que ahora su pecho estaba exactamente frente a el rostro de la peliarcoiris. 

Rainbow sin nada que decir, no dudó en rodear la cintura de Fluttershy con sus brazos, haciendo que ésta se sonrojara y en tan solo un instante su corazón se acelerara. Entonces otra vez los nervios de la pelirosada volvieron a aparecer. Esta vez Fluttershy no supo que hacer, más que solo mirar a Rainbow Dash con sus brillantes ojos de color cian y volver a sentarse en su lugar, ruborizándose cada vez más. 

La peliarcoiris pasó una de sus manos por las rojizas mejillas de Fluttershy, acariciándola y haciendo su largo y sedoso cabello rosa a un lado, mientras se miraban fijamente a los ojos. Fue hasta que Fluttershy cerró sus ojos, tratando de acercarse lo suficiente a su contraria, pero su timidez se lo impedía y Rainbow por otra parte sabía que ella sola no podría.

Entonces también cerró sus ojos, acercando sus labios a los de Fluttershy con lentitud hasta presionarlos suavemente contra los de ella. Finalmente y por primera vez, sus labios por fin se unieron como ambas lo querían, haciendo de esto ese largo y dulce beso que las dos necesitaban.