El sonido de su celular la obligó a abrir los ojos, le hubiera gustado ignorarlo pero al ver de quién se trataba no le quedó de otra.
-- ¿Bueno?... Hola mamá -- se levantó del colchón bostezando. -- Estoy bien gracias, sí, sí... ¿cómo van las cosas por allá? --
Llegó al comedor y se sirvió un vaso de leche. -- Ya veo... tranquila, el departamento es lindo sólo le tengo que poner muebles y... no... mamá... sí pero esos no eran mis muebles, ya estaban ahí antes de que me mudara con él... --
Tuvo que apartar el celular de su oído cuando la mujer levantó la voz.
-- Mamá, esto no es un divorcio o algo así, simplemente tuvimos una relación, me mudé a SU casa, terminamos y yo me tuve que ir, no es responsable de nada... ¿qué? ... ¡NO! No puedes... --
Cerró los ojos tratando de calmarse, la quería pero la volvía loca y viceversa.
-- Lo sé... puede que no sepa pero aprenderé, ya sé hacer té es un logro... Estoy bien, no te preocupes. Me tengo que ir... yo también. Bye bye! --
Suspiro para después darle un trago a la leche; no importaba si ya no vivía con ella, a los ojos de su madre siempre iba a ser la dulce princesita.
-- ¡PUAJ! ¡Mierda! ¡Está pasada!--
Todoko había tenido una relación con un hombre guapo y adinerado; estaban tan "cegados de amor" que a las dos semanas empezaron a vivir juntos. Todo iba de maravilla... iba.
El imbécil era un manipulador. "No puedes hacer éso", "tienes que llegar a x hora y sólo los días x", "Voy a invitar a alguien, así que te quedas encerrada en la habitación hasta que se vaya", "No me puedes alzar la voz", "¿Por qué sigues trabajando si yo te puedo mantener?". Lo que el hombre quería era una mujer 100% sumisa, y Todoko no lo era. Podía ser adorable y algo delicada en algunos aspectos, y muchos la han juzgado por su apariencia pero era una chica de carácter fuerte y peligrosa cuando estaba de mal humor.
Después de que el tipo encontró a la "mujer de sus sueños" terminaron con su relación medio enfermiza y ella empezó a buscar un departamento, cosa que no fue fácil; había descartado la idea de vivir con alguna de sus amigas, no quería interrumpir en sus vivas privadas y sospechaba que estaban hartas de la misma historia de sus experiencias amorosas; su madre le había ofrecido volver un tiempo a "sus raíces" en el campo pero el trabajo le complicaba las cosas. Pasando días y noches en un hotel barato y después de vender la mitad de las joyas que su ex le dio (él se las dio, ahora eran suyas) encontró un lindo lugar cerca del trabajo.
Era un departamento grande, tenía una cocina sencilla, dos baños, una sala, dos habitaciones y un balcón que daba la vista al parque de la ciudad. Claro, le faltaban comprar muebles, lo único que tenía era un refrigerador, una mesa circular y dos sillas; desde que llegó dormía en el piso, en su tiempo libre se la pasaba acomodando una que otra cosa y luego salía al parque a tomar fotografías, y no sabía que hacer con la segunda habitación; tal vez tener una compañera de piso no sería tan mala idea.
-- ¡Ya son las 8:00! Tengo que recoger mi bicicleta y hacer las compras, terminar con el trabajo, arreglarme... soy un desastre -- empezó a buscar en su bolso su cepillo pero lo que encontró fue algo vergonzoso, una foto, de un chico. Buscó rápidamente un álbum que tenía para ponerla ahí junto con las demás del mismo chico.
Hace un tiempo Todoko "acosaba" a un chico que casi todos los días se la pasaba en un puente en el parque tratando de conquistar chicas. Su actitud de galán le daba algo de asco, su ropa llamativa estaba fuera de lugar, cantaba canciones raras y sin sentido, y tenía un letrero de abrazos gratis a su lado. Sin embargo, había momentos donde sólo observaba el cielo o el agua correr, o se limpiaba disimuladamente una lágrima y luego volvía a sonreir, o se quedaba quieto sintiendo la brisa, relajado. Cuando se dio cuenta, ya tenía un álbum de fotos de él.
Recordó aquella vez que hablaron, lo había atropellado con su bicicleta que tenía un problema con los frenos; al darse cuenta que era ése chico se quedó completamente muda, por primera vez pudo ver sus ojos, su rostro de cerca, sus rasgos; en su voz grave había cierto toque de timidez y sus mejillas sonrojadas a pesar de actuar confiado; para su mala suerte recordó que dos de sus amigas estaban con ella y hacían todo tipo de drama cuando se trataba de chicos.
Lo peor fue que desde ese día ya no lo veía muy seguido, se sentía rechazada de algún modo; el día anterior apenas pudo verlo ya que su modelo favorito estaba corriendo con una sonrisa radiante en el rostro y no pudo tomar una foto por quedarse enbobada al verlo.
-- ¡Acabo de salir de una relación y ya estoy detrás de otro! ¡Debo parar! Pero... está guapo... y se nota que hace ejercicio con esos músculos, y esos pantalones que usa ... ¡AH! ¡¿CÓMO SERÁN SUS AXILAS?! ¡NECESITO UNA FOTO DE SUS AXILAS!-- abrazo el álbum contra su pecho, ese chico de azul tenía que ser suyo de algún modo, ya si fuera por amigo o por lo que fuera, necesitaba más fotos, muchas más.
-- Ya llegará el momento Todoko... ya llegará... -- ella atraparia al objeto de su obsesión
CONTINUARÁ
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NOTA:¡El capítulo número cuatro! Este es uno de los que más me ha gustado hacer, a pesar de ser más corto que los demás. Quise dar a conocer un poco a la protagonistay sus sentimientos.No se confundan, Todoko se siente atraída por Karamatsu y su belleza, va a demostrar un lado psicópata en algunas ocasiones pero no matará a nadie ni va a secuestrar lo.
¡Gracias por leer y votar! ¡Nos vemos en el próximo capítulo! ¡R2NA00 FUERA!
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CLUB
FanfictionLa soledad de Karamatsu poco a poco lo va consumiendo; no importa lo que haga sus hermanos no le prestan atención. El pequeño Jyushimatsu lo invita a unirse a un club de artes ( teatro, baile, canto, música, pintura, escultura, etc) con él. Ahí se e...