Cualquiera que conversara con Kate y Xiu por más de cinco minutos notaba que entre ellos había una extraña conexión que iba más allá de su aparente amistad. Era aterrador ver como los chicos se entendían sin necesidad de palabras.
Para ellos era una...
-¿Te veré después?- Pregunto el chico mientras se levantaba de la cama y buscaba su ropa regada por el piso.
-...Tal vez- Respondió el otro, el cual reposaba cómodamente en la cama de sábanas blancas y desordenadas. Se mantenía en la esquina derecha de la cama y con su mano rebuscaba en el cajón su cajetilla de cigarrillos y el encendedor.
-Vamos Kate- Dijo el chico al ponerse el bóxer- Deberías considerar mi oferta...
-Miguel- Dijo mientras colocaba el cigarrillo entre sus labios, lo encendió y dio una calada- Me gusta coger contigo, pero no me gustas tú- Miguel esbozo una sonrisa, eso le gustaba de Kate, además, el verlo con esa cara de recién follado mientras daba las caladas a su cigarrillo de manera seductora y lasciva no hacía más que ponerlo de un muy buen humor.
Después de todo, tenía una vista perfecta del cuerpo de Kate, la piel bronceada, el abdomen trabajado y esa deliciosa entrepierna que no hacia más que lograr que se le hiciera agua la boca.
-Entonces... ¿Seguiremos follando?- Pregunto; Ya se había puesto los pantalones y su camiseta azul celeste.
-Como los amigos que somos- Dejo salir el humo y esbozo una sonrisa.
-No homo ¿Cierto?- Kate rio sonoramente y asintió.- Eres un desastre.
-¿Un desastre?- Pregunto y se incorporó un poco mejor en la cama- Acaso no quisiste decir ¿Un ardiente desastre?
-Me voy- Miguel acomodo su cabello un poco y se dirigió a la puerta de madera blanca- Por cierto, suerte en tu colegio hoy- Esquivo una almohada que fue lanzada por Kate.
-Idiota, no me lo recuerdes- Tomo otra almohada solo que ahora la coloco en su cara como si intentase sofocarse- Odio la gente y tendré que estar con un grupo de imbéciles de ahora en adelante.
-Creí que etarias feliz de haberte quedado en aquel colegio- Le lanzo la almohada la cual Kate logro tomar- ¿No te querías morir cuando te dijeron que te quedaste sin escuela?- Pregunto burlón. Kate se quitó la almohada del rostro y lo encaró nuevamente.
-Yo siempre me quiero morir- Miguel sonrió- Solo que en ese momento me quería morir aún más... Además, todo fue un error. Estoy en la escuela que quería y...
-Te falto puntaje para la escuela que querías- Interrumpió Miguel.
-¿Te podrías callar?
-Solo te digo que si quieres llegar bien a tu primer día deberías ducharte, porque entras en una hora y créeme, apestas a cigarro y sexo
-Si fuera un perfume lo compraría- Miguel rodo los ojos; Kate se levantó de la cama sin pena alguna de estar completamente desnudo.
-Mira... Creo que me voy, digo, a este paso me darán ganas de cogerte otra vez
-Suena bien para mí- Se encogió de hombros.- Creí que querrías ducharte conmigo- Le guiño un ojo y se metió sin esperar una respuesta al baño de su habitación
Maldita sea, Kate lo volvía loco.
Era una puta... una fina.
Se dirigió al baño y al tomar la perilla se sorprendió pue esta esta no tenía seguro. Abrió la puerta y vio a Kate sentado en la tina con las piernas abiertas y una sonrisa.
-Tardaste demasiado- Menciono divertido.
-Al carajo- Respondió Miguel mientras se quitaba la camiseta.
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