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—Bien, ahora desde el principio

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—Bien, ahora desde el principio. 

No se que estoy pensando, o si en verdad lo estoy meditando, pero la chica que hace cinco minutos golpeaba mi ventana, se encuentra ahora sentada en el asiento de copiloto de mi camioneta. Si sabe de hombres lobos y además es una Argent, podía considerarse un poco suicida invitarla a entrar. 

Tessa suspiró y frunció un poco el ceño. 

—Te vas a arrugar si sigues frunciendo el ceño así. 

Y así recibí un golpe en el brazo derecho. Se nota que es una cazadora.

—Auch.    

—Agradece que sólo fue un golpe en el brazo—Habló acomodándose en el asiento—Bien, presta atención esta vez, no volveré a explicarlo. 

 —Está bien, duende rabioso. 

Y así recibí un golpe en el brazo izquierdo. Junto a una risa involuntaria de mi parte. 

 —Como ya te dije, soy del linaje de los Argent, mis tíos son Chris y Kate y por tanto, mi abuelo es Gerard. Desde muy joven fui entrenada para ser cazadora y realmente disfrutaba serlo, sin embargo, sucedió algo que cambió mi manera de pensar respecto de los hombres lobos y en especial, sobre mi abuelo—Tessa suspiró y movió sus manos en un gesto nervioso—Con apenas quince años le di la espalda a toda mi familia, incluido mi tío Chris, con quien era muy cercana y dejé la "tradición familiar" —Simuló unas comillas con sus dedos—Todo continuó así hasta la muerte de mi prima Allison ¿alguna vez escuchaste de ella?

Asentí a modo de respuesta, de alguna manera sentía que no debía interrumpirla. 

—Antes de que eso pasara, Gerard se había metido en la cabeza de Allison y le enseñó lo mismo que me había enseñado a mi, cazamos a los que nos cazan— Una sonrisa triste y melancólica se instaló en su rostro mientras hablaba— Al enterarme de lo que pasaba, traté de hacer entender a mi prima que nuestro abuelo sólo era un psicópata loco, pero lamentablemente no me escuchó y dañó a mucha gente a su paso. Sin embargo, el chico  al que necesito advertir, logró hacerla entrar en razón y Alli volvió a ser la chica que era. Un tiempo después de todo esto, recibí una carta, una carta de mi prima, quien me pedía perdón por todo lo que había ocasionado y por no creerme sobre el monstruo que vive en nuestro familia y me pidió que si alguna vez le pasaba algo y Gerard volvía a usar sus trucos, buscara a Scott y su manada para advertirles. 

 —¿Eso quiere decir que Gerard trama algo nuevamente?

 —Lamentablemente sí—Asintió— Solamente he logrado averiguar alguna partes de lo que trama, pero no es nada bueno. 

—¿Puedes ser más específica con, nada bueno?         

—Quiere matar a todos los hombres lobos o lo sobrenatural de Beacon Hills, incluido tú.

—Joder—Susurré completamente sorprendido. 

—He estado siguiendo las pasos de Gerard desde que sanó y al parecer está buscando personas dispuestas a convertirse en cazadores. No le importa el Código de la familia ni a quien reclutar, solamente le interesa matar. 

—Sabía que ese viejo estaba loco, pero nunca pensé que tanto. 

—Es un Argent, no debería sorprenderte tanto. 

—No se cómo tomarme eso, hasta donde se, sigues siendo una. 

Tessa rió suavemente.  

—Soy una Argent reformada, hay diferencia.       

—Solamente tengo una duda ¿por qué me buscaste a mi y no a tu tío o alguien más cercano a la manada? No se si lo sabrás, pero podría decirse que no son mis fans número uno. 

—Claro que se lo idiota que eres y lo que intentaste hacer—Fruncí el ceño—Por esa misma razón te busqué. 

—Realmente no entiendo el punto. 

—De alguna forma— Comenzó Tessa con su mirada puesta en la mía— Me recuerdas a mi, la ansias de poder, la ceguera de querer estar por encima del resto sin importar a quien arrases en el camino. Solía ser así, hasta que algo me cambió y de alguna manera siento que puedo ayudarte a que te des cuenta que no todo es poder. 

Aparte la mirada incómodo y molesto, por su suposición y que esta fuera correcta. 

—Las chicas bonitas realmente tienen un problema con salvar al chico problemático y malo ¿verdad?— Hablé con una sonrisa sarcástica.

—¿Con que chica bonita?—Rió burlona.

Por primera vez en mi vida, me quedé sin palabras y créanme, Theo Raeken siempre tiene la última palabra. 

—Bien, volviendo al tema central— Me cortó antes de que pudiera decir algo—Es tu decisión, tómalo o déjalo, pero ambos sabemos que te gustaría estar en la manada de Scott y que no volverás a tener una oportunidad para que los chicos confíen en ti. 

Maldición. 

¿Es que esta chica era telépata? 

 —59, 58,57...

—¡Oye! No uses mis trucos para hacerme decidir. 

—56,55...

—¡Bien! Te llevaré con la manada de McCall. 

Tessa sonrió alegre y me abrazó por un micro segundo antes de volver a su asiento. 

Y nadie en mi vida me había abrazado de esa manera.         

 —¿Theo? ¿Sigues conmigo?

Pegué un pequeño brinco al darme cuenta de que me había quedado mirándola fijamente. 

—Sí, lo siento, sólo estaba pensando en ir por la mañana a la casa de McCall. 

Tessa me miró con los ojos entrecerrados pero al parecer decidió creerme.

—Gracias Theo—Me dedicó una sonrisa. 

—Tsk, no es nada, no lo hago por ti, solo lo hago por pertenecer a la manada de Scott—Hablé mientras apartaba la mirada a la carretera, para que no se diera cuenta de que mentía. 

—¿Theodore?

—Te dije que no...

—Tienes una araña en tu mano.

Miré mi mano y efectivamente había una araña reposando en ella, realmente no me gustaban por lo que decidí matarla. Moví mi otra mano para aplastarla, pero antes de que lo lograra, se metió, literalmente, bajo mi piel.

—¡MALDICIÓN THEODORE!

ANOTHER ARGENT « Theo RaekenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora