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Sonrío dulcemente sintiendo como el nudo en su garganta se hacía más grande, pretendió no haber sentido el dulce aroma femenino en la chaqueta de su pareja.

También pretendió que era el único, cuando lo llamo de la forma especial. Se libró de la chaqueta lo más rápido que pudo, como si quemará.

El amor del aquel hombre, quemaba. Dejando llagas en su corazón, haciendo cenizas su alma. Intentando ignorar, el dolor de cabeza que le daba la mancha de labial sobre el cuello de aquel poleron.

En su corazón, se rompió algo más. Más que aquella vez que encontró un condón usado en el auto que el y su pareja compartían.

El sabía que HoSeok no era suyo, tal vez jamás lo había sido. Pretendió que lo suyo no era una promesa vacía.

Pretendió que lo suyo no era una mentira.

Intento besarlo suavemente, no lo rechazó. Eso lo rompió más, ni siquiera había remordimiento.

Lo había llamado loco por enfrentarlo, le había dicho enfermo. Pero él no lo estaba y se odiaba a si mismo por no sacar a la luz sus pruebas.

Se odio a si mismo por amarlo tanto y no amarse lo suficiente.

Cuando lo vio desaparecer dentro de su estudio, se lanzó de rodillas al suelo apoyando su frente en el mármol frío. Deseando ahogarse en su dolor, así por fin soltarse. El calor de sus amigos, no era su calor. Así que solo pudo sollozar más cuando, uno de ellos lo apreto en su pecho.

Se odio una vez más, por desear que aquello no fuera real. Obviamente era real, sus ojos lo habían visto.

Se odio por no ser como los demás, por no hacer escándalo. Por no grabarlos y luego usarlo ante un juez, como su hermana. Se odio por ser dependiente.

Se odio por tener miedo, por amarlo tanto que no podía dejarlo.

Se odio una vez más, por no ser suficiente...

°

Por primera vez en su vida, HoSeok sintió culpa. Por no tener valor, por no amarlo como lo merecía.

Por solo ver a YoonGi como un premio y no como el ser humano hermoso que era. Por no poder dejarlo ir, por llamarlo loco. A pesar de haber visto su cabellera reflejada en el espejo del motel.

Se odio por ser egoísta, se odio por no dejar que alguien más tome todo lo que el rompió.

Se odiaba por el daño que le había hecho pero no lo suficiente como para hacer algo al respecto.

Pretendió no oir lo sollozos que provenían del pasillo, con manos temblorosas tomo su trago. Tal vez, esperando que el wisky borrará su pecado, el de haber roto a un ángel tan hermoso.

También ignoro los golpes furiosos de NamJoon contra la puerta de roble. Bebió otro trago, deseando que una simple medida de alcohol bajará el volumen de sus errores.

Se apoyó en su cómodo sillón, permitiéndose una meditación. Evitando crear una imágen mental de lo que sucedía detrás de la puerta, intentando escapar. No abrió los ojos hasta que el ruido dejo de hacer estragos en su cerebro.

La pesada puerta de roble dejó ver dos maletas y un pequeño bolso, el ruido de Holly disfrutando de su cena lo atrajo cual imán a la cocina.

Allí sentado sobre la barra en medio de la penumbra, se encontraba su esposo con un cigarrillo empezado en la mano con la que portaba su anillo de bodas.

Se sintió una mierda total por ser la razón de que terminará en el vicio nuevamente. Medito sus palabras por unos minutos, decidió no dejar escapar ningúna tras la profunda calada que le había proporcionado YoonGi a su cigarrillo, solo hacía eso cuando su corazón estaba demasiado afectado.

- ¿Sabés? Creo que te entiendo.-Dejo escapar el humo para mirar la ventana- Ya sabés, ella podría darte todo lo que yo no pude.- Vuelve a darle una calada a su cigarrillo con manos temblorosas- Supongo que mi amor no era suficiente, y está bien. Tienes toda la razón.

De un salto se baja de la barra, procede a sacarse su anillo y lo deja en la mesa que los separaba.

-Solo te pediré un favor, no le hagas las mismas promesas, no prometas cosas que no puedes dar.- Se revuelve el cabello para luego agacharse y recoger a su pequeña mascota- Espero que ella sea lo suficiente.

Sin más desaparece de la cocina, dejando a HoSeok tan vacío que solo atina a dejar su anillo junto al de YoonGi.

Tratando de contener sus ganas de correr tras el, a pesar de que era su culpa, tenía el descaro de quererlo a su lado. No había podido responder a su verdad.

Tembló levemente al sentir como el alegre Holly se llevaba todo el ruido que podría haber en su enorme casa.

Mordió su labio ante las últimas palabras que le dedicó YoonGi, antes de abandonar el lugar.

-Cuando me llamas cariño, se que no soy el único...



Es el primer Sope que escribo y no salió tan mal como creí.
Espero que les haya gustado.
Aylu⛈️

I'm not the only one||Sope||OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora