Lance y Keith se amaban. Se complementaban de una manera increíble, dando incluso miedo, entonces ¿Cuál era el problema?
Lance, él era el problema.
A pesar de jurar una y otra vez que estaba perdidamente enamorado del azabache, no dejaba de cagarla una y otra vez. El cubano era un alma fiestera por naturaleza, por lo que no era sorpresa que todos los viernes se le encontrara en algún bar de la ciudad bailando y bebiendo hasta altas horas de la noche y que cada sábado en la mañana amaneciera en una cama diferente.
Y se había convertido en un maldito círculo vicioso; decirle a Keith cuanto lo amaba, irse de fiesta, terminar en la cama de otro y regresar a rogarle su perdón y Keith le perdonaba luego de un par de lágrimas y palabras dulces.
Podrían decir que Keith era un tonto al perdonarlo una y otra vez para volver a caer a sus brazos y es que si, si lo era y él lo sabía pero no podía evitarlo. Estaba perdidamente enamorado de Lance y a pesar de todas sus infidelidades no podía dejar de amarlo y eso lo estaba matando.
Por eso mismo, ese domingo en la mañana la rutina cambio un poco.
—Keith, ya sé que la cague, lo sé —ahí estaba otra vez, de tantas veces que lo había escuchado se sabía aquel monologo que memoria — pero estoy arrepentido... de verdad te amo y lamento mucho lo que hice —aquí vienen las lágrimas —no tienes idea de cuánto te amo... vuelve conmigo... ¿podrás perdonarme?
Esta era la parte en la que Keith se tiraba a sus brazos llorando y diciéndole que lo perdonaba porque lo amaba, lo amaba con todo su ser. Pero esta vez el guion cambio un poco.
—No... lo siento Lance pero... no puedo perdonarte, ya no más. —soltó sus manos del agarre que mantenía el cubano y le dio la espalda, mirando el ventanal que le mostraba como el cielo se aclaraba — por favor vete, toma todas tus cosas y vete.
Lance se quedó estático, tratando de procesar correctamente las palabras que habían sido escupidas por Keith. Se irguió y camino hasta quedar justo detrás de él y con una sonrisa incrédula hablo casi sobre su nuca.
—Es broma, ¿cierto? —no hubo respuesta —Keith, dime que es broma.
El nombrado ya no aguantaría mucho más. Sus ojos comenzaban a arder y sentía como su garganta se cerraba, estaba seguro que si escuchaba la voz arrepentida de Lance una vez más se tiraría a llorar a sus brazos a decirle cuanto lo ama y todo se repetiría, como un ciclo infernal, por eso debía terminar ya.
—No es broma Lance... —de milagro logro que su voz no sonara rota —Vete y no vuelvas, no me busques y olvídame, ¿okey? Esto se acabó.
Pero Lance no permitiría que esto terminara, no señor. Amaba a Keith, si, la había cagado muchas veces pero realmente lo amaba y no quería perderlo.
—Keith, mírame a los ojos y dime que me vaya, que ya no me quieres ver... dime que ya no me amas —lo tomo por los antebrazos, logrando que el otro se tensara levemente —hazlo.
No podía, simplemente no lograba que aquellas palabras abandonaran su boca. Claro que no quería que se fuera, claro que lo quería seguir viendo y... claro que lo amaba. Pero debía alejarlo de su vida, por el bien de ambos debía ser fuerte unos minutos más.
Se dio la vuelta lentamente, intentando ocultar su mirada cristalizada y le dio la cara con una total seriedad que congelo el cuerpo de Lance.
—Vete, ya no te quiero ver más. —trago saliva y negó con la cabeza lentamente, de manera casi imperceptible —Ya no te amo.
El rostro del moreno se descompuso en una mueca que no sabría describir; dolido, decepcionado, sorprendido, esas eran solo algunas palabras que podrían mínimamente describirlo. No se movió y tampoco soltó al azabache. No terminaba de procesar todo el asunto; la persona que amaba más que a nada lo estaba dejando, le estaba diciendo que ya no lo amaba.
— ¡Vete! —exclamo su contrario, con la voz a punto de romperse.
Lance apretó la mandíbula y soltó a su ahora exnovio. Se acercó peligrosamente a su rostro y Keith pensó que lo besaría y ahí perdería toda fuerza de voluntad, pero el otro se frenó antes de que sus narices se rozaran siquiera.
—Esto no se va a quedar así Keith —sentencio firme, sin titubeos —me voy a ir, pero voy a volver —rozo su mejilla superficialmente, con un poco de miedo de ser apartado —sé que me amas... así como yo te amo.
El cubano dio media vuelta y camino hasta la salida del pequeño departamento que compartían, saliendo de este con un portazo. Hizo que los vidrios temblaran y el eco de su partida quedara resonando en aquellas pequeñas paredes.
Y Keith ya no pudo más.
Cayo arrodillado al suelo, temblando y sintiéndose débil. Cubrió su boca al escuchar los primeros sollozos pero no evito que las lágrimas corrieran libres por sus pálidas mejillas, terminando en el suelo caoba debajo de él.
Se sentía devastado, herido, traicionado y lo peor, es que no era la primera vez. Lance lo había engañado múltiples veces, incluso con la que pensó era una de sus mejores amigas, pero siempre volvía a caer a sus brazos, cegado por el amor que albergaba su corazón.
Nadie lo hacía sentir como Lance; lo amaba y no lo podía negar por más que pudiera. Pero ya no estaba seguro de las palabras de amor que alguna vez salieron de los labios del moreno.
Por eso debía comenzar a cambiar, a dejar atrás a Lance para poder seguir con su vida sin amarguras, sin traiciones y sin un corazón roto que cuidar.
Debía poner nuevas reglas a su vida.
Si, lo sé, fanfics con esta temática y la cancion de Dua Lipa hay para dar y regalar. Pero realmente me gusta la idea y tratare de manejarla lo mejor posible para que no sea tan... repetitiva (?)
Esto solo es el prologo, y sera lo único publicado por un tiempo, pues primero quiero terminar todos los capítulos y eso uwu para no retrasar las actualizaciones~
En fin, nos leemos luego~
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New Rules 『Klance』
Fanfiction❝-Keith, mírame a los ojos y dime que me vaya, que ya no me quieres ver... dime que ya no me amas. Hazlo. -Vete, ya no te quiero ver más. ❞ ✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧ Esta historia es de temát...