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Mi madre se ríe inocentemente de mi, cada vez que salgo impaciente a mi lugar especial, mi padre se exaspera porque dice que "no soy un niño normal". Sin duda no lo soy ya que mi hobby favorito es restar, restar los días para poder verlo de nuevo y cuando estoy con él, mi habilidad es olvidar qué tan rápido pasa el tiempo. Solo tengo dos semanas para disfrutar su presencia, en las cuales la mayoría del tiempo está fuera de casa, pasando las vacaciones con sus padres.

Confieso que la primera vez que se despidió de mí, lloré por la noche.

Llevamos así tres años. Gracias a eso, he aprendido a ser paciente.

Me tomé la tarea de estudiar inglés pero no es mí fuerte, así que siempre logro sacarle una carcajada cuando pronuncio de forma burda cualquier cosa en el idioma extranjero. Dios, su sonrisa es más brillante y valiosa que láminas de oro recién pulidas. A veces se tapa el rostro para no dejar ver cómo respinga la nariz cada que ríe fuertemente, hasta que le grité que no lo hiciera, me hizo caso y así logré disfrutar al cien cada uno de sus gestos. 

Faltan 5 días para verano, tengo 120 horas para reflexionar si esta ocasión la debería aprovechar para al fin ir en su encuentro. Me quedan 7200 minutos para dejar de ser cobarde.  Restan 432000 segundos y así darle la oportunidad a mí ser, de amarlo en paz.

La vista desde el balcón// NCT~ MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora