Hermano, eres mi héroe.

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En la escuela nos pidieron que hiciéramos un escrito sobre nuestra persona favorita.
No sabía si hacerlo de ti o de Gabriela, así que hice uno de ambos. Saqué A.

Te lo dejaré aquí. Te sigo amando, Hec.

Con cariño, tú hermana.

Con nueve años de vida, he pasado por cosas que, me han dicho, pueden ser causa de suicidio, también tuvieron que explicarme qué era el suicidio.

Lo cierto del caso, es que voy a hablar sobre el día en que supe que Dios sí existe.

Mi hermano se había ido hacía 2 meses de casa, y no me dijo por qué, nadie me habla de ello, así que sigo en la ignorancia. Mi tía estaba embarazada, y tenía muchas complicaciones, era probable que el bebé no sobreviviera o que naciera enfermo. Estaba preocupada: mi prima podía morir y mi hermano no estaba para abrazarme.

Le escribí a mí hermano, pidiendo que volviera y le pedía a Dios que me lo regresara, porque quería verlo. También le pedía que mi prima naciera sana, y que todo estuviera bien, aunque sea por un día. Entonces, un día antes del cumpleaños de mi hermano, nos dijeron que le harían cesárea a mi tía la mañana siguiente, y yo le escribí de nuevo a mi hermano, para que fuera a recibir su regalo.

Ese día, estaba muy asustada, mi tía o mi prima podían morir, y mi hermano tenía días sin dar señales de vida. Lloré mucho, pero cuando me sentía peor, un héroe sin capa, vestido con jeans y un suéter verde agua, apareció por el ascensor, armado con un ramo de flores y una gran sonrisa.

«Héctor el superhéroe», me llevó con mi mamá y me ayudó a calmarme. Y luego de una horas, terminó la cesárea, y pude presenciar cómo salía del quirófano un ángel rosado y pequeño, en una especie de caja transparente: «Gabriela el ángel». Fue un buen día.

Y gracias a ello, sé que Dios sí existe. Porque me dio a mi hermano, a una prima sana y un día feliz.

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Debo confesarles que escribir eso fue muy lindo. Amo esta historia uwu

-Kris.