-V E I N T E-

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Una cafetería.

Ahí me llevaste, nada normal por cierto.

Pediste café. ¿Acaso sabías que yo amaba el café? Lo dudo, tu no me conocías.

Y volviste a hablar.

- perdón por mi atrevimiento, pero eres la única que me ha escuchado, a pesar de no conocernos. No se porque, pero tu me inspiras confianza.

¿Gracias?, eso debía decir. Eso no importaba ahora.

Te veías tan vulnerable, que quería abrazarte.

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