Verde

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"Mantendré la esperanza hasta que pueda volar como el ave fenix"

Nos han ido desalojando de nuestro hogar para combatir en primera fila, no tenemos mucho que perder, excepto la vida. Habíamos vivido injusticias, pero esta sería la más grande. Patriotas morirían en el camino por las balas, las minas, la insuficiencia alimentaria y por supuesto nuestros enemigos. Nuestros enemigos tenían su propia tierra, ellos fueron residentes del Imperio Germánico, el imperio Austrohúngaro, el Imperio Otomano y el reino de Bulgaria.

No estoy perdiendo la esperanza en ámbitos como la humanidad también, de manera gradual, lo estoy haciendo en el amor y la familia. Nací y mi madre quiso llamarme Allen Williams, solo me amó los primeros quince años de mi vida, pues conoce mi orientación sexual. Ella afirma que personas como yo jugamos con las normas de género y me recrimina el hecho de que lo hiciese públicamente. El resto de mi vida estaré obligado a mostrar estos sentimientos en la mayor y absoluta discreción.

Conocí a Connor Wilson, un hombre casado. Él se casó con la enfermera Elizabeth Taylor , que aceptó su condición homosexual. Connor y yo hemos mantuvido encuentros nocturnos, nadie los conoce. Nunca hubo una relación sexual, decidimos esperar.

Sé que la guerra empezará y nos mandarán a diferentes frentes. Él y yo soñábamos  hemos soñado con tener una vida juntos, somos jóvenes. Desgraciadamente, nuestro futuro se vuelve menos nítido con el paso del tiempo. Él había nacido en 1895, como yo. Y cuando llamen a los soldados a la guerra, se marchará a luchar a las montañas, con los alpinos. Me recitará un último adiós, el último hasta el fin de la guerra. Puede que durante un tiempo reciba cartas de él, que, por supuesto, hablarán de amor. Y de la guerra. Bastará un año para que dejen de llegar cartas. 

Los colores de los impurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora