cinarra ;; yoonseok

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❛   S n o w   ❜

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《 Donde Yoongi y Hoseok van a esquiar y se ven obligados a quedarse unos días más debido a la intensa nieve 》

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  Solté un suspiro para luego sacarme mis botas de nieve y golpearlas, soltando los restos de nieve que estaban adheridos a las suelas. Miré al cielo y fruncí el ceño, levemente preocupado. Los pronósticos advertían de posibles precipitaciones de nieve, nada grave según ellos, pero las enormes y oscuras nubes que venían desde el sur comenzaban a ponerme nervioso. Tomé mis esquís y los apoyé en la pared de la cabaña, para luego dirigirme al automóvil y ponerle más anticongelante. Lo que menos quería es que tuviésemos algún tipo de falla en el vehículo.

  Saqué las cadenas de los neumáticos y con ellas al hombro me dirigí a nuestro pequeño refugio.

  La cabaña que estaba frente a mí había pertenecido a los abuelos de Hoseok, y este al saber lo mucho que disfrutaba del esquí decidió organizar un viaje a la montaña por cinco días. Cinco días que había estado disfrutando de sobremanera, al poder tener a Hobi solo para mí, aprovechando la posibilidad de conocerlo un poco más a fondo en la intimidad. Porque estar con él siempre había sido y sería de mis cosas favoritas en todo el mundo. Además, el salir de la rutina para pasar un buen momento con la persona que amas siempre es algo bueno. Dejé las cadenas junto a mis esquíes y entré a la pequeña cabaña, siendo recibido por la agradable temperatura del interior.

  Una sonrisa apareció en mis labios al ver a Hobi con un delantal de cocina, las mejillas sonrojadas por el calor de la flama mientras hacía malabares con ollas y sartenes. Me acerqué por detrás y lo abracé, a lo que respondió con un suave respingo.

  — ¡Yoonnie! ¡Me asustaste!— dijo mientras se volteaba y me daba un suave beso en los labios. Sentí las mismas dulces cosquillas que había sentido la primera vez que nos habíamos besado, unos meses atrás. Mi noviazgo con el lindo pelinaranja que estaba entre mis brazos era reciente, pero no podía estar más feliz. Amaba todo de Jung Hoseok y el tener la posibilidad de ser su compañero era simplemente fascinante.

  Me mantuve pegado a él, disfrutando de su aroma y de lo bien que se sentía tenerlo entre mis brazos. Él bajó la intensidad de la flama para luego voltearse y besarme.

  Besarlo era como tocar el cielo con los labios, lo mejor que podías experimentar en tu vida. Amaba la forma en que me besaba, a veces con dulzura y otras con necesidad. Amaba la forma en que su nariz rozaba suavemente contra la mía y lo agradable que era sentir sus dedos entre mis cabellos. Amaba como se sentía su delicada cintura entre mis manos, su pecho contra el mío. Sus labios eran simplemente divinos, dulces y suaves, causantes de mi perdición. Sentí una tímida mordida en mi labio inferior, a lo cual respondí apegándolo más a mí, mientras soltaba un gruñido. Adoraba la forma en que Hoseok se mostraba, a veces tímido y dulce; otras sensual y desvergonzado. Mi novio era toda una caja de sorpresas, la cual estaba descubriendo poco a poco, para mi deleite.

  Nos separamos por la falta de aire y sonreí orgulloso al ver como sus labios habían tomado un lindo color carmín, al igual que sus mejillas.

  — Tengo que terminar esto Yoonnie— explicó, sus mofletes todavía con una pizca de color— Tu nariz está fría amor. Ve a ponerte junto al fuego mientras yo sirvo esto— dijo para luego darme una de sus hermosas sonrisas.

  Dios, sin importar lo mal que vaya mi día, las sonrisas de mi novio siempre lograban mejorarlo. Eso era Jung Hoseok para mí. Alegría, él era mi luz, quien me tomaba de la mano y me decía que todo estaría bien, el que lograba quitarme la respiración con un solo beso, una sola caricia.