Entre el Cielo y el Infierno (Jimin y tu)

Capítulo 4

Esa misma noche, Jimin salió a encontrarse con su padre quien se sorprendió al escuchar la noticia, no pensó que lo logrará y menos tan pronto.

- Cualquiera diría que no te esperabas que tuviera éxito, ¿no es cierto, padre? – dijo Jimin presumiendo – Fue tan sencillo como quitarle el dulce a un bebé

- En realidad, me sorprende saber que no eres tan imbécil como pensé – dijo su Leeteuk – Me alegro por ti. Ahora dime, ¿cuándo llevaras a cabo el ritual?

- Nunca hablaste de ningún ritual – contestó él – Pero será cuando sea, no tenemos problemas

- Bien, me tranquiliza que hayas podido controlar a tu futura mujer – dijo Leeteuk – En dos días llevarás a cabo el ritual de entrega de alma, después de ese día podrás engendrar a tu hijo

- Eso no es ningún trabajo para mí – dijo Jimin – Perfecto, le daré las buenas noticias a mi mujer

- Jimin, no debes tocarla hasta después del ritual, ¿te queda claro? – agregó su padre

- Ni que le tuviera tantas ganas a esa estúpida...

Los días pasaron rápido, nadie se molestó por decirle a __ Tn seguía en la cueva donde Jimin la dejó, varias veces intento herirse más, pero no ganaba nada, claro que podía conseguir ya.

- Deja de llorar, maldita sea – le dijo Jimin – Camina tienes que cambiarte

- ¿Cambiarme? ¿Para qué? – preguntó

- No te dije, estúpida – dijo Jimin – Me entregaras tu alma en un ritual, es lo más parecido a una boda aquí, así que felicidades conseguiste casarte y no con cualquier imbécil, alégrate

- ¿Casarse? Dudo que un demonio entienda el significado de esa palabra – dijo ella – No vuelvas a decir algo así

De camino a la nueva casa, __ Tn se dedicó a explorar el lugar, tenía un gran parecido al mundo de los vivos, había gente haciendo diferentes cosas y se veían felices, pero ¿por qué ella parecía ser la única infeliz? Deseaba tanto poder olvidar todos los malos recuerdos y vivir tranquila como ellos, eso era algo que se alejaba cada vez más de ella.

Después de caminar, llegaron a una gran mansión en lo alto de una montaña, desde ahí se podían ver las praderas rodeadas por los diferentes ríos, aun sin luz, ese lugar era tristemente hermoso.

- ¿Así que ella será tu mujer? – se escuchó una vez que entraron – Es muy hermosa...

- Bo Ra, ¿qué haces aquí? – preguntó Jimin

- Tu padre me envió – contestó Bo Ra – Quiere que le ayude a la nueva novia a vestirse

- No es necesario, así estoy bien – interrumpió __ Tn – ¿Eres ciega? Ya tengo un vestido

- Vaya, que manera de hablarle a un dios – dijo Bo Ra – Me gusta tu actitud, hermosa, pero siento decirte que tu vestido está casi pintado de sangre

- ¿Por qué es tan importante? Estamos en el infierno, no creo que importe lo que vista

- Ve a cambiarte – dijo Jimin - ¡Ahora! El ritual está por comenzar

- Dije que no, iré así – replicó ella – Conformate con eso

- ¡Escúchame, maldita perra! – dijo Jimin apretando su cuello – Sino dejas de ser tan insolente, te juro que....

- ¿Qué? ¿Me matarás? Puedes hacerlo, no seguiré adelante con esto, entonces – dijo ella desesperada – Hazlo ya, ¿qué esperas? Estoy cansada de esto ya

Jimin le soltó un golpe en la mejilla haciéndola caer sobre una mesa de cristal, estaba cansado de escucharla hablar descuidadamente, como si no fuera nadie.

- Tranquilízate, Jimin – se interpuso Bo Ra – Por favor, comprendela, descubrir que estás muerta, es algo difícil. Ve a cambiarte, yo le ayudaré, ¿sí?

- Recuerda nuestro trato, estúpida – le dijo por último a __ Tn – Si no lo cumples, haré que lo lamentes