Capítulo 7

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- ¿Por qué sigues aquí? – dijo Jimin cuando la vio en la sala – Deja de llorar de una maldita vez, estúpida

- Por favor, déjame explicarte no es como piensas – suplico ella – Escúchame...

- No me interesa lo que tengas que decir – dijo él – Eres mi mujer sólo cumple con tus obligaciones, vamos a la habitación

- Jimin, espera, por favor – intentó decir – Dijiste que solo sería una vez, ese era el trato

- Fuiste tú quien rompió el trato, zorra – dijo él – No conseguirás nada con tus falsas lágrimas

Cuando llegaron a la habitación, Jimin la aventó a la cama sin ningún cuidado, ella había dejado de llorar, se dijo a si misma que tenía que soportarlo una vez más. Él la besarla posesivamente, mientras sus manos bajaron a su entrepierna, __Tn se quejó, pues aún estaba dolorida, pero eso a él no le importo, se colocó entre sus piernas y entro en ella de un solo golpe, haciéndola gritar de dolor.

- ¡Duele! – se quejó ella – Para, por favor...

- Así quería verte, perra, era esto lo que buscabas, ¿no? – dijo él – Con esto te debe quedar claro que solo eres mía y que nadie más que yo puede tocarme, entiendes

- ¡No lo eres y jamás vas hacerlo! – dijo llorando – Puedes torturarme lo que quieras, pero eso jamás lo podrás cambiar, nunca

- Eso lo veremos, tú serás tan mía que no dejarás que ningún otro infeliz te toque, te lo juro

Ella le rasguño el rostro e intentó liberarse de él, pero lo único que consiguió fue ser golpeada, Jimin estaba a punto de llegar al orgasmo, los movimientos de su esposa por hacer que la soltará lo hacían excitarse cada vez más, sus embestidas fueron cada vez más duras hasta llegar al límite de su orgasmo.

- Tu cuerpo es fascinante, nena – dijo él saliendo de ella – Creo que pasaremos muchas noches divertidas

- Eres un maldito – susurró ella – Te odio

- Es una pena que el maldito al que odias, será el padre de tu hijo, ¿no crees? – se burló – Que desafortunada

Se acomodó al lado suyo y se dispuso a dormir, su esposa no podía controlar sus lágrimas, era demasiado el dolor que tenía y no dejaba de moverse.

- Será mejor que dejes de moverte si no quieres dormir en el piso – le advirtió - ¿Acaso te quedaste con ganas de más?

- Cualquier lugar es mejor que compartir la cama contigo, idiota

- Duerme en el piso, entonces

Y la hizo caer al suelo, __Tn se quejó por el golpe, estaba tan cansada que el sueño la venció rápido. A la mañana siguiente, se despertó al sentir algo extraño, Jimin estaba besando su cuello y acariciando su cuerpo.

- No, por favor – dijo ella – De verdad, duele mucho

- Ese será tu castigo por lo que hiciste, nena – dijo él – Estoy duro por ti, no puedes dejarme así

- Ya no más, por favor – dijo llorando – Haré lo que sea, puedo explicarte lo que paso, escúchame

- Tus explicaciones, no me interesan – dijo él – Harías lo que sea, ¿estás segura?

- Sí, lo que quieras – dijo limpiándose las lágrimas – Puedo limpiar la casa, cocinar, lo que sea

- Atender mis necesidades – ella asintió – Entonces, ponte de rodillas y habré tu boca, nena

Entre el Cielo y el Infierno (Jimin y tu)Where stories live. Discover now