#Supernatural ||PAUSADA||

Capítulo 3

[JiMin]

— Por favor, Hyung... — Le dije para luego hacerle un puchero. Él rió.

— No pienso volver pequeño. Y menos ahora.

— ¿Eh? — En eso comencé a escuchar la sirena de la policía. ¿Qué haría?

Sin darme cuenta YoonGi, ya había desaparecido. ¿Qué clase de magia había usado?

Miré hacía todos los costados, observando si podía ver las luces de aquella sirena que tanto sonaba y se acercaba más.

Decidí correr hacía el lado de mi casa, quedaba bastante lejos por mala suerte.

Mientras corría, pude mirar hacía atrás, de la casa de Jin, salían muchas personas en manadas, tropecé y caí en el pasto. Ahora podía notar las luces del patrullero.

Decidí esconderme en un arbusto. Pero fui agarrado por alguien, asustado intenté empujarlo.

— Quédate quieto. — Pude ver con un poco de dificultad de quien se trataba.

— ¡TaeHyung! — Me soltó su agarre y me empujó contra la pared de una casa.

— Cierra el pico. — Bajé la mirada.

TaeHyung se había vuelto tan frío conmigo, desde que terminamos nuestra relación, ya ni hablábamos. Pero él ahora estaba feliz con alguien más, o eso creía. Lo que hablamos la última vez es que andaba con alguien, cuando intenté recuperar su amor.

— ¿Qué tanto me miras? — Dijo mientras miraba hacía la calle.

— N-nada... Estás mas guapo.

El bufó y luego me soltó.

La policía comenzaba a arrestar a aquellos que estaban demasiado alcoholizados y quizás, drogados.

— Vete ahora. — Dijo TaeHyung, mientras me señalaba el jardín de la casa. — Al fondo hay una puerta, ve con cuidado.

Obedecí y comencé a caminar.

— ¡TaeHyung! — Escuché un grito que llamaba al joven, el cuál se había colocado una capucha.

— Amor... — Dijo TaeHyung, mientras abrazaba a uno de los jóvenes que había estado en la fiesta de Jin.

Los miré con ternura, me alegraba que esté bien con alguien más quien pudiera hacerle feliz. Pero me ponía mal, por todo lo que le había hecho sufrir.

— No puede ser que seas mayor que yo y tenga que andar cuidándote HoSeok... — Dijo pero dejé de escucharlos, ya que me alejé.

Llegué a mi casa y entré rápidamente. Subí hasta mi habitación, mis padres estarían durmiendo.

La fiesta terminó siendo un completo lío y desastre.

— ¿JiMin? — Preguntó mi madre mientras me quitaba la ropa.

— ¿Dime? — Ella me cacheteó la cabeza. —  ¡Ay! ¡Éso dolió! — Me quejé.

— Pensé que era otro ladrón. — Dijo mientras se apoyaba en el respaldo de mi cama. — ¿Cómo te fue?

Largué un gran suspiro. —No muy bien...

— ¿Por qué? — Preguntó curiosa. — ¿No encontraste a ningún chico? — Ella rió.

— Sí, pero... — Pensé en YoonGi. — Es un poco raro. — Mi madre abrió los ojos, atentamente. — Es muy callado. Y... Demasiado pálido.

— ¿Y qué con éso? — Dijo mientras se reía.

— No lo sé... — Hundí mi cabeza en mis hombros, restándole importancia. — Mañana te contaré todo lo que pasó. — Besé su mejilla, mientras la incitaba a salir de la habitación.