Capitulo 2

6.4K 399 4
                                    

Cuando las chicas subieron al autobús me devolví para la casa a paso lento ya que no quería llegar. El vecindario estaba callado para como estaba siempre y no había nadie afuera y aun los niños/as no comenzaban a jugar ni a gritarse palabras fea como la que ya estaba acostumbrada a oír pero mis hermanas no, porque evitaba que las escuchara. Entre las manos en mis bolsillos y mire el cielo, azul y hermoso como siempre.

-Hey mamacita, tan temprano quieres verme...- Me gire para ver al molestoso de Jose, el también vivía por aquí y era como un Papagallos. Se tiraba a todas las del barrio cuando quería y donde quería, pero conmigo nunca iba hacer así. Continúe caminando e ignorándolo porque no valía la pena hacerle caso a un loco como el.- Estas bien buena Laurita.

Así decían muchos del vecindario por mis voluptuosas caderas, había sacado el hermoso cuerpo de mi madre,tenia pocos senos, mi cintura era fina, y tenia mucho trasero y muchos muslos. Mi cabello era un rubio miel, era de tez blanca y nariz perfilada como la de mi padre, eso fue lo único que saque de el. Jose aun me estaba siguiendo y eso me estaba como que ya sacando de mis casillas, este día estaba tomando otro rumbo gracias a el!

-Oye déjame en paz, busca a una de las muchachitas esas y a mi no me molestes!

-Pero es a ti a quien quiero preciosura, ya me canse de las otras.

-A mi nunca me tendrás ni en tus sueños- El levanto las manos y rió.

-No lo digas tan segura, pero cuando quieras alguna ayudita tu me buscas y yo te la doy.

-Ja! Tu la necesitas mas que yo- Pero y quien se creía que era este hombre, solo porque se las daba a todas ya se creía el Rey de Inglaterra y ni a los talones le llegaba.

-Tu mama no me dijo eso cuando vino hacia mi- Me acerque a el y lo empuje

-Con mi mama no te metas- Lo apunte con un dedo y volví hacer mi camino. Abrí la puerta de la casa y entre.

*****************************

Estaba muy cansada, había lavado la ropa, fregado, y limpiado la casa. Casi era la hora de buscar a mis hermanas pero como que no quería levantarme del mueble de lo cómoda que estaba.

-Laura ven acá!- Exclamo mi madre, a regañadientes me levante, entre a su habitación. Mi madre estaba muy desaliñada y acostada en lo que antes era una cama decente. Las sabanas estaban en el piso, la cama estaba negra y salía un mal olor a whisky, lo que ella estuvo bebiendo toda la noche.- Ayudame a levantarme, tengo una cita a las 4.

-Mama creo que deberías quedarte aquí, olvídate de esa cita y pasa un tiempo con nosotras- La ayude a sentarse en la cama, ella se agarro el cabello y luego lo soltó. Tenias muchas ojeras, ya no la conocía con el brillo que tenia cuando estaba con mi padre.

-No Laura, tu debes ir a la Universidad y ese dinero debo conseguirlo yo, no tu.

-Puedo conseguir un trabajo... Hacer algo mama pero tu quédate aquí- Se levanto de la cama y entro al baño, abrió el cajón y saco unas pastillas para el dolor de cabeza.

-Ya no hablemos mas de esto Porfavor- Cerro la puerta del cuarto de baño, yo empece a recogerle la habitación. Tome las sabanas y fui por unas nuevas. Abrí las ventanas y tome las botellas vacías de whisky y las entre en una funda. La habitación se veía diferente ahora, mire el reloj de pared y vi que estaba tarde para buscar a las niñas. Tome las llaves y salí corriendo.

El amor lo puede todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora