SAGA QUATRONELLA
Después de la muerte de su padre, el Chavo del 8 tendrá aventuras emocionantes nunca antes vistas, viajando en una máquina del tiempo hacia el Año 1979, para conocer a Suzi Quatro quien ayudará al Chavo del 8 y a sus amigos, enfrent...
El Chavo y sus amigos estaban regresando a Ciudad Chavoltepec para detener a Rufino Malacara, Betty y Glenn estaban dispuestos a acabar con él, pero no tenían un plan específico y decidieron hacer uno mientras llegaban a ciudad Chavoltepec.
Mientras tanto en ciudad Chavoltepec, Rufino Malacara estaba destruyendo la ciudad con un robot gigante que él mismo construyó, ya que no podía pedirle uno al Dr. Chaperone por haberlo traicionado en el videojuego virtual, Rufino Malacara estaba decidido en conseguir su venganza contra el Chavo y sus amigos de la vecindad, así que se dirigió con su Robot gigante hacia la vecindad.
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Mientras tanto en la vecindad, los inquilinos se estaban preguntando a que hora llegarían sus niños, Don Ramón estaba sentado en una silla de playa haciendo lo de siempre (nada), Doña Florinda le reclamaba a Don Ramón diciéndole que es un haragán y un bueno para nada, Don Ramón ignora como siempre los reclamos de Doña Florinda, pero de repente el profesor Jirafales llega agitado y les avisa a los inquilinos de la vecindad que el estafador Rufino Malacara viene en camino en un robot gigante para destruir la vecindad,
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Doña Florinda va a su casa y llama al Señor Barriga para informarle de la situación. Minutos después llega él Señor Barriga y les dice a los inquilinos que se refugien en sus casas, Gloria les pregunta a los demás: -¿Donde está Betty Atómica?-, Don Ramón dice emocionado: -¡Si!, ella nos salvará-, de repente aparece Rufino Malacara con su máquina destructora y comienza a destruir la vecindad con unas enormes esferas que destruían todo a su paso, en pocos minutos las casas de Jaimito, Don Ramón y de la bruja del 71 quedaron totalmente destruidas, Rufino ve al señor Barriga y lo toma con su brazo mecánico, después Rufino le dice muy directamente al Señor Barriga: -Hace tanto que esperé este momento Barriga-,
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